jueves, 20 de enero de 2022

Disaster Control, la patrulla nuclear Chrome Dome y los ye yes radioactivos de Palomares



                                                                       

Esta semana se han cumplido 56 años del incidente de las cuatro bombas termonucleares que cayeron en el pueblo almeriense de Palomares tras la colisión de un bombardero y un avión cisterna norteamericano pertenecientes a la patrulla nuclear Chrome Dome. De verdadero milagro habría que calificar el hecho de que las bombas detonaron sin provocar explosión nuclear pese a que aún hoy en día se han encontrado restos de radioactividad en animales. Todo el mundo recuerda el famoso baño de Fraga junto al embajador norteamericano queriendo transmitir un mensaje de normalidad para el turismo y para la imagen exterior del ejército norteamericano que pese al incidente seguían cruzando el estrecho hacia la base de Rota con submarinos cargados de armamento nuclear Polaris. Dos años después el apartar la vista a este tipo de maniobras se acabó oficialmente con el incidente  protagonizado de nuevo por un avión B 52 y cuatro bombas nucleares estrellándose en la base aérea de Thule en Groenlandia.

En aquellos días en el pueblo de Cuevas de Almanzora colindante con Palomares el grupo local Cartum Group (ver foto arriba) ensayaba su repertorio con versiones de Beatles, Rolling Stones o los Brincos con que amenizaban a los asistentes de conciertos especialmente en la zona sudeste del país quienes se quedaron contagiados con la Bomba ye ye, versión de La Chica Ye Ye transformada jugosamente  en su letra: "No te quieres enterar que la bomba va a explotar. Vendrás a pedirme y a rogarme que te lleve a mi coche a Palomares, pero no te llevaré porque me contagiaré, porque tú no haces caso ni temes a la radioactividad". En un reportaje de Televisión Española de la época que se puede ver al final de esta entrada aparecían unos niños cantando el tema, pero este socarrón regocijo no gustó a las autoridades y fue suprimido posteriormente. El grupo apareció también en la BBC e incluso en un canal norteamericano que vino a rodar un reportaje en la zona.

Sorprendentemente a nivel internacional un hecho tan preocupante tuvo también una derivada pop como la película inglesa Finders Keepers en la que Cliff Richard y The Shadows van a un pueblo español para un concierto en que apenas hay público  a causa de una bomba que ha caído poco antes o The Day the Fish Came Out en que la acción transcurre en una isla turística griega pero en sus primeros minutos de metraje se anuncia que está basada en los hechos de Palomares. La cinta contiene momentos de absoluta locura  con música de Mikis Theodorakis como el tema Jet con una multitud bailando exacerbada, una coreografía que bien podría completar The B'52s, no el bombardero sino al grupo de Athens. A todo ello no hay que olvidar que pese a los pocos meses que habían pasado de la caída de las bombas en 1966, Richard Lester eligió Almería para rodar una película no menos disparatada que la anterior como era How I  won the war, al lugar se desplazó John Lennon quien durante las pausas del rodaje comenzó a componer Strawberry Fields Forever, allí nos dice que nada es real y que no hay nada de que preocuparse, una ensoñación que contrasta con el sobresalto que vivió la costa almeriense a principios de ese mismo año.

                                                                   Fuente: Datadista

Imágen del disco experimental del artista y editor Pedro G. Romero Bomba del Tiempo (1990)


Portada del disco If the Bomb Falls, mensajes a la población en caso de caída de bombas nucleares

   Cliff Richard&The Shadows en una villa andaluza de la película Finders Keepers

 
                                                   John Lennon en la playa de Carboneras

                                              Discoteca Apocalipsis en Roquetas de Mar


                                  Cartel y banda sonora del film The Day The Fish Came Out



lunes, 10 de enero de 2022

Alvin Lucier, exploración y resonancias en los límites de la audición



"Estoy sentado en una habitación diferente a la que estás ahora. Estoy grabando el sonido de mi voz hablante y lo voy a reproducir en una habitación una y otra vez hasta que las frecuencias de resonancia de la habitación se refuercen de modo que se destruya cualquier apariencia de mi habla, con quizás la excepción del ritmo. Lo que escuchará entonces, son las frecuencias de la resonancia naturales de la habitación articuladas por el habla. Considero esta actividad no tanto como una demostración de un hecho físico, sino más como una forma de suavizar cualquier irregularidad que pueda tener mi habla".

El texto anterior pertenece al disco I am sitting in a room de Alvin Lucier, muchos la conocerán, pero para los que no apuntar que el texto es repetido por el propio autor sucesivamente grabado y regrabado acentuado por la resonancia de la sala hasta que al final su audición se hace mutante e ininteligible. La grabación original fue grabada en los Brandeis Electro Acoustic Studios en 1969 y en su lanzamiento en disco en 1981 alcanzaba los 45 minutos de duración habitual, posteriormente ha tenido diferentes versiones y el pasado año para celebrar el noventa cumpleaños del autor varios colegas hicieron una maratón sobre ella que alcanzó las 27 horas, un sentido homenaje que cobró un significado especial teniendo en cuenta que Alvin Lucier moriría pocos meses después.

Tengo un recuerdo muy especial de Alvin Lucier a través de un concierto que asistí de él en la serie Música en la Upper Gallery de Londres en 1983, su primera pieza Music for Pure Waves, Bass Drums and Acoustic Pendulums podía recordar su obra Music for solo performer en que sus ondas cerebrales provocaban la activación de instrumentos de percusión, recordaba más el vídeo de una de sus representaciones que la propia pieza en sí pero ahora tenía la oportunidad de verlo en directo, aunque en esta ocasión las mazas de los bombos de batería no eran accionadas por su cerebro si no por medios electrónicos; el efecto era altamente hipnótico como también lo eran las siguientes piezas: Sferics basadas en emisiones de radiofrecuencia en la ionosfera recogidas por antenas y amplificadas posteriormente para su escucha que en este caso disfrutábamos en completa oscuridad y Reflections of Sounds from the Wall en que una especie de monolito deflector equipado por una base de cuatro pies se movía lentamente en forma de zig zag por la sala rebotando las ondas de sonido que emitían un altavoz colocado en el otro extremo de la sala. Al final los asistentes nos miramos entre sí con caras de asombro casi alucinadas, entre ellos varios miembros de la escena de improvisación noise londinense poco después recalaron en la formación Morphogenesis.

Durante muchos años he pensado que este concierto era de los mejores que había  presenciado en mi vida, un entusiasmo que posteriormente ví que era superado por el escritor y periodista musical Paul Morley en su libro Words and Music en cuya primera página nos relata como I am sitting in a room es su tema favorito de todos los tiempos junto a Can't get out of my head de Kylie Minogue, dos ensoñaciones acerca el habla y el canto que sirven de matriz a un amplio recorrido de las colisiones y eslabones perdidos que han habido en la historia entre las músicas de vanguardia y el pop. A este respecto Alvin Lucier reconocía en una entrevista que le hubiera gustado más relacionarse con algunas propuestas del rock de los sesenta, algo bastante inusual en la escena academicista europea asidua a encuentros como el de Darmstadt donde él y otros compositores norteamericanos como John Cage o David Tudor asistían aportando una mayor frescura y en todo caso un mayor interés en la percepción que en la conceptualización. A todo ello habría que añadir el especial interés en la exploración de la amplificación que bien podía haber alcanzado elementos de simbiosis con el feedback instrumental del rock. En todo caso al final si que hizo alguna colaboración en este ámbito como con el grupo Yo la Tengo o "Nothing is real" una adaptación del tema Strawberry Fields Forever de The Beatles en que una taza de té reverbera unas bellísimas notas grabadas previamente al piano.


                                                     Alvin Lucier en los Brandeis Studios


El colectivo de música Sonic Arts Union con Gordon Mumma, David Behrman, Robert Ashely y Alvin Lucier.


Programa del concierto  de Alvier Lucier en la Upper Gallery de Londres, 11 Septiembre de 1983






North American Time Capsule 1967, uno de los primeros trabajos de voz alterada por un vocoder