domingo, 6 de julio de 2025

John Cage: Sabemos aterrizar ¿algo que ver con el lugar a donde vamos?. El asalto final del aeropuerto a la Casa Gomis



Hace cuatro años una entrada este espacio intentó en lo posible sumarse a la inquietud que suponía el posible acuerdo para la ampliación del aeropuerto de El Prat que supondría la alteración de la Laguna de la Ricarda y a la contigua Casa Gomis. La compra por el Ministerio de Cultura a principios de año parecía protegerla, pero el reciente dictamen de la Generalitat aprobando de manera definitiva dicha ampliación dejarán al lugar más encajonado de lo que ya estaba dificultando quien sabe si de una manera definitiva cualquier plan de creación, exposiciones y visitas que podría tener este emblemático lugar como bien tiene el Museo Vostell de Malpartida de Cáceres donde la creación artística se funde perfectamente con el paisaje. La Casa Gomis pude visitarla en la pasada Bienal Manifesta, es aún más cautivadora de lo que esperaba y paseando por ella y sus alrededores uno podía imaginarse a John Cage cuando pasó en 1966 unos días en esta estancia oyendo una acústica ambiental marcada por el sonido de los pájaros y aves de los carrizales junto a las turbulencias de los motores de los aviones percibidos entonces más lejanos y espaciados. A continuación transcribo de nuevo una semblanza del lugar.

Situada a escasos metros se encuentra la Casa Ricarda o Casa Gomis, construida entre 1949 y 1962 fruto de la relación del arquitecto Antonio Bonet y el matrimonio de Ricardo Gomis con Inés Bertrand. Ubicada en unos terrenos que la familia heredó junto a la laguna y el entonces aeródromo nos encontramos una destacadísima construcción arquitectónica con elementos racionalistas que invitaban al recogimiento e introspección, modernidad sin ostentación compartida por la fluida relación de Bonet y Gomis salvo las discrepancias de la inclusión de un enorme altavoz que el arquitecto veía exagerado a lo que Gomis le dijo que esto no transigiría pues la audición de música se tenía que convertir en uno sino el que más eje central de la casa, para ello se instaló un modernísimo sistema de alta fidelidad con la novedad del estéreo y la inclusión de un piano de cola Bechstein. En algún documental sus hijos nos constatan la importancia de la música en la casa, esta podía ser clásica, jazz o experimental y podía sonar hasta las dos de la madrugada.

Con esta inquietud miembros del Club Cobalto 49 de Barcelona como Joan Brossa y Josep Maria Mestres Quadrany representan allí una obra con la dirección musical del pronto productor de pop Alain Milhaud. Un año antes el concierto de inauguración contó con una acción de Mestres Quadrany que jugaba con las envolventes de los espacios de los asistentes que podían llegar a noventa personas. También se escuchó una composición de Roberto Gerhard quien poco después dedicó a la familia Gomis Bertrand su Concerto a 8 en un concierto grabado y emitido por la BBC. Otro representante del Club 49 como Carles Santos también protagonizó allí alguna velada musical como se puede ver en la foto que precede esta entrada.

John Cage pasaría también un inolvidable estancia en La Ricarda, en Empty Words recuerda este día de descanso degustando una sabrosa tortilla de patatas y las curvas del Garraf que le recordaba a las costas californianas después de haber participado en un concierto ballet que la compañía de Merce Cunningham ofreció en el Teatro Prado de Sitges en 1966 en que también participaron nada menos que David Tudor y Gordon Mumma. De las tres partes musicales dos eran propias Cage y la tercera de La Monte Young. No hay apenas más que unas fotos de este evento que llenó de público el teatro aunque si nos podemos hacer idea de sus dimensión viendo este documental del concierto que pocos días después ofrecieron en Saint Paul de Vence en la Provenza.

Como se puede ver un pasado esplendoroso de un espacio que con el acuerdo antes mencionado se queda en una situación delicadísima. Victoria Bonet hija del arquitecto declaraba con consternación el interés de universidades como Harvard, Cambridge o Buenos Aires ante la pasividad de las universidades catalanas. Lo que podía ser un perfecto lugar de creación artística amenazado por un ecocidio de contaminación de queroseno y acústica.

Como dicen sus moradores:"Aquella música que como protagonista o como fondo, estuvo siempre presente en los ensayos o en las representaciones ha dejado de sonar. El vacío que deja la ausencia de la vida en la casa queda patente por un silencio roto por el rugir de los motores.  Llegados a este punto, la confluencia de factores nos deja una casa intacta, pero inhabitable, colmada de objetos, pero vacía, cargada de un silencio que delata las ausencias"


Proyectos anteriores de Antonio Bonet: arriba Casa de Estudios para Artistas, Buenos Aires, 1938. Debajo su esposa Ana María Martí en la casa de ambos en Punta Ballena, Uruguay.

    Casa Gomis-La Ricarda fotografiada por Francesc Catalá Roca




                                                         Tres espacios de la casa

                                                    Torre continua a los terrenos



                El Club 49 y su antecedente de Discofils Associació Pro-Música




Cartel de la actuación de la Merce Cunningham Dance Company auspiciada por el Club 49 en el Teatro Prado de Sitges en 1966 con la presencia de John Cage, David Tudor y Gordon Mumma a los que se puede apreciar en esta imágen de la actuación siguiente que realizaron en Saint Paul de Vence.

                                     Velada musical de Carles Santos