De cuando uno era un crío algo que realmente persiste de manera clara en mi memoria son los posters que me encontraba de grupos de rock más o menos progresivos en el salón recreativo en que iba a jugar al millón (pinball), algo que se acentuaba especialmente en el situado al lado del metro de Vilapiscina, lo que no era ajeno a los locales de ensayo que estaban casi al lado o al posible influjo del promotor Segis que vivía en mi misma calle. Los nombres de los grupos de hecho tenían a veces más connotaciones progresivas que la propia música: Evolution, Conexion, Fusioon, H2O por citar algunos.
No sabría precisar si entre esos posters se encontraba alguno de Cerebrum, un grupo que pese a ser originario de Madrid desarrolló gran parte de su actividad en Barcelona tanto a nivel de grabaciones, que efectuaban en los Estudios Gema, como la edición en 1970 de sus discos en el sello Dimensión. El primero de estos dos singles Eagle Death es un apabullante tema que pese haber sido pieza de culto en los ambientes de música progresiva-psicodélica, enlaza más con la radicalidad de las primeras formaciones de rock alemán, un extracto surgido de las larguísimas improvisaciones del grupo con la furia de la Vox Phantom de Javier Esteve superpuesta en dos tomas distintas más un desconcertante piano que aparece hacia el final. Dos singles son un escaso legado, aunque hace pocos años el sello alemán Shadoks, filial del legendario Normal ( reediciones de SPK y Tuxedomoon en sus principios), ha recopilado los dos singles y algún tema inédito en un Lp, también el sello Wah Wah los ha juntado en un diez pulgadas.
Poco después de la disolución de Cerebrum, Javier Esteve formaría parte de Araxes y Araxes 2 una singular formación que contaba en escena con cintas pregrabadas y elementos de performance más toques de electrónica a cargo de Herminio Molero; por otro lado su bajista Chema Pellicó recalaría en Ibiza con el grupo Ibiza Sound junto a Luis Sangaró, tras su disolución este último acabaría en una de las formaciones del grupo Bueyes Madereros mientras que Chema en Formentera escogió el nombre del legendario Blue Bar para un power trio junto a Salvador Dominguez, sus directos exponían un sonido físico muy distinto al llamado rock de raíces en Sevilla o Barcelona.
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