miércoles, 15 de marzo de 2023

Carmen Barradas, vibracionista



               Carmen Barradas y en fotografía y pintada por su hermano Rafael

Mientras los futuristas italianos dinamizaban  los comienzos del siglo XX con sus proclamas a la civilización mecánica e industrial con sus loas al ferrocarril, las fábricas o las ondas hertzianas en el otro lado del planeta, concretamente en Montevideo, una joven Carmen Barradas  estudiante de piano quedaba atrapada con el sonido del aserradero cercano a su casa. De esta vivencia sus clases de solfeo quedaron condicionadas más tarde ante sus primeras composiciones en que ella se auto calificaba como "una maníaca del ruido". Esta inquietud se traduciría definitivamente tras su traslado a Barcelona, ciudad donde ya había recalado su hermano Rafael Barradas tras haber estado pocos años antes en Italia donde conoció a varios integrantes de la corriente futurista. De esta experiencia surgió una derivada propia que él bautizó como vibracionismo que también abrazó a la propia Carmen trabajando ambos en estrecha relación. Como muestra su tríptico "Fabricación, Aserradero y Fundición" de 1922 presentado en  Madrid ese mismo año, su música no tiene las estridencias de los italianos siendo más evocadora, pero sí es absolutamente vanguardista en relación a la notación musical y en las directrices para sus ejecutantes a llevar campanillas en las muñecas, cascabeles en los brazos y crear clusters con sus manos dentro del piano.

Los hermanos Barradas se relacionarían en Barcelona con Joaquín Torres García otro uruguayo de origen y con muchas figuras de la modernidad artística que habían recalado en la ciudad. Un poco más tarde lo harían en L'Hospitalet donde cambió su residencia su hermano Rafael creando en ella lo que bautizaron Ateneillo, lugar de encuentro y tertulia donde pasaron gente como  Marinetti o Ramón Gómez de la Serna cuyo ultraísmo también tenía grandes posos del futurismo. Tras "Esperando el coche "(1922), "Piratas" y "Taller Mecánico" serían otras dos destacadas piezas creadas en 1928, aunque en ese mismo año la autora regresa a Montevideo junto a su hermano en un delicado estado de salud que deriva en su fallecimiento al poco tiempo de llegar. Desde entonces su carrera musical se enfocó más a la docencia pese a reanudar su relación con los ambientes artísticos de la capital entre los que me figuro estaría el extraordinario escritor y también pianista Felisberto Hernández. Su obra fue afortunadamente salvaguardada y divulgada por la musicóloga y concertista Neffer Kröger y el interés y estudio de su obra cada vez es mayor habida cuenta de ser una predecesora del piano preparado de John Cage o del uso continuo del pedal sin soltar en algunas de sus composiciones.



                                                  Partituras de Fabricación


                                   

    
Rafael Barradas, cuadro de Carmen y portada de la revista Ultra
 
 
Joaquín Torres García - Poemes en ondes hertzianes de J. Salvat Papasseit




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