Una nota característica de sus conciertos es la propuesta de que la gente no permanezca inmóvil en sus asientos y se desplace por la sala para captar todos los matices con que juega, básicamente desde programas de multi track software, esto dió lugar a un extraño ambiente, en que como decía un amigo mío, las personas parecían dirigirse al escenario (vacío) y volver como si hubieran comulgado, algo que supongo encantará al imperturbable Niblock cuyo lugar preferido para dar conciertos son las iglesias, igualmente idóneo hubiera sido la Sala Metrònom verdadera embajada en nuestra ciudad de los artistas del Sonic Arts Union neoyorkino o también del mismo Rafael Toral que le precedió en el concierto.
Ten destacable como su música es toda su carrera fílmica que arranca a mitad de los años sesenta documentando toda la escena más o menos Fluxus en América y también de jazz como Sun Ra. Como muestra de esta época incluyo un corto con Max Neuhaus y otro ya mas posterior en los ochenta con Arthur Russell, cuyas fantásticas tomas de sus movimientos con el chello y su cara dejan una huella más minimalista que su propia música que siempre ha estado más al margen de sus nombres insignia.
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