lunes, 25 de diciembre de 2017

Registrando los rumores de la tierra





Una búsqueda en la red a un posible lugar imaginario de la tierra me lleva en plena deriva a uno totalmente auténtico como es el pozo superprofundo de Kola situado cerca de la ciudad rusa de Murmansk, sus 12.262m de profundidad le han situado durante mucho tiempo como el punto artificial más profundo de la tierra. Un proyecto surgido en plena guerra fría en que los investigadores esperaban que pudiera formar parte de una red transcontinental de estaciones de escucha sísmica que funcionaría como un sistema de alerta temprana pera inminentes terremotos y otros desastres naturales, pero también para detectar pruebas nucleares enemigas o misiles de lanzamiento. El avance de perforación fue paralizado por la escucha de los mineros de unos ruidos aterradores que fueron descritos como infernales, verdad o leyenda años después fueron autentificados por un científico ruso y difundidos por sectas apocalípticas.

En los últimos años dos proyectos artísticos han estado marcados por el lugar: la artista holandesa Lotte Geeven ante la imposibilidad de ir allí busco el sonido en el agujero más grande excavado en Alemania efectuando grabaciones en un geófono, un dispositivo que mide el movimiento de la tierra y un sensor ultrasónico que mide ondas de sonido fuera del alcance del oído humano, la información es transmitida posteriormente a a audio a través de un software. El otro trabajo corresponde a Justin Bennett antiguo componente de Anti Group que sí pudo llegar al agujero ya abandonado tras su cierre en 2005 y documentarlo como Vilgiskoddeoayvinyarvi, un proyecto para Dark Ecology presentado en el festival Sonic Arts.


                                                            Lotte Geeven. The sound of earth


                                                         Justin Bennet Vilgiskoddeoayvinyarvi

                                 Las grabaciones infernales de los mineros (puedes oirlas aquí)



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