miércoles, 15 de junio de 2022

Esther Ferrer y la naturalidad, sorna o bronca de la performance en España.



Es curioso como en este país en los últimos tiempos se hayan colado en el lenguaje común de la gente dos términos artísticos tan provocadores como surrealismo o performance, el primero es recogido por el diccionario de la RAE pero no así el segundo. Esther Ferrer integrante de Zaj el colectivo más representativo de este movimiento que ha habido aquí, se preguntaba en el panel de una exposición suya (creo que el Atrium de Vitoria) por su significado: ¿un género mayor?, ¿una provocación?, ¿un saber?, ¿un aburrimiento?, ¿un timo?, ¿una broma de buen o mal gusto?, ¿una tortura?, ¿un descubrimiento?, ¿una perversión artística?, ¿la vergüenza del arte?, ¿una bocanada de aire fresco?, ¿un callejón sin salida?. No pasó mucho tiempo de leer esto cuando en un momento de deriva total en la red me encuentro con una imagen del concurso televisivo La ruleta de la suerte en la que la azafata de turno aparece sonriente junto al panel que ofrece la respuesta a la pregunta de adivinar la definición de performance que no es otra para el programa que:"actuación extraña en la que aplaudes sin entender". No sé que le parecería a Esther Ferrer esto, ciertamente en muchas de sus performances el público aparece distendido, se aprecia un cierto sentido del humor, aunque ella en absoluto pretende ser divertida. De alguna manera es algo similar al reportaje que emitió en 1965 el noticiario NO-DO de una actuación de Zaj en Madrid con el título de Un extraño concierto, en que su locutor Matías Prats nos los describe como una especie de simpáticos chalados.

Esta normalización o naturalidad por parte de la audiencia ante llamativas acciones es contada por Suso Saiz en una entrevista, quien asistió de muy joven a una protagonizada por John Cage en los Encuentros de Pamplona de 1972 en la que los ruidos guturales del norteamericano amplificados por micrófonos de contacto comiendo una ensalada eran asumidos por un público que había acudido al evento y aprovechar pasar el día con la tortilla de patatas y los niños. Como contraste en estos imperecederos encuentros, Zaj protagonizaría una tensa velada en su actuación en el Teatro Gayarre donde los ruidos que Radio Nacional emitía para interferir las clandestinas emisiones de Radio España Independiente fueron amplificados al máximo por los magnetofones de Walter Marchetti creando una máxima tensión al estar rodeado el teatro por la policía franquista. Está claro que la performance cuando se politiza genera conflictos, algo que incluso se acrecienta cuando adquiere connotaciones religiosas aún en nuestros días, como pudo ser la identificación el pasado mes de un grupo de mujeres performers semidesnudas ante la catedral y una iglesia de Cuenca o la manifestación en Oviedo en contra de la concesión del premio de las artes Princesa de Asturias a Marina Abramovic donde se pedía a la gente que acudiera con crucifijos y rosarios para protestar (influídas por su creciente acercamiento mediático) a la que calificaban como reconocida sacerdotisa satánica. Una reacción muy similar a la provocada en televisivo La Edad de Oro por la performance de Vagina Dentata Organ precedida por la actuación de Psychic TV, todo un evento que sin duda habrá que ampliar algún día.

La silla es un elemento muy recurrente en el mundo de las performances, nadie se sienta mejor en ellas que Esther Ferrer y poca gente se desplaza andando con su agilidad y determinación.

                                      Esther Ferrer, ¿Qué es una performance?. Atrium Vitoria


                                          Definición de performance en La ruleta de la suerte

                                             John Cage en los Encuentros de Pamplona. 1972

   
Incidentes enla actuación de ZAJ en el Teatro Gayarre durante los Encuentros de Pamplona en 1972.
Extraídas del libro Juan Hidalgo y Zaj escrito por Julio Pérez Manzanares.

 Acción de Jordi Valls / Vagina Dentata Organ en el programa La Edad de Oro, 1984
                                           
                                         

Llamamiento de protesta ante la entrega del premio Princesa de Aaturias a Marina Abramovic

                                                                   Esther Ferrer a su ritmo


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