Toda una sorpresa descubrir en Osuna este lugar ubicado en las antiguas canteras, surgido de la imaginación de Francisco Valdivia que ha reproducido y adaptado diferentes tallas íberas de cuando Osuna se denominaba Urso. Capricho y exaltación al margen del mundo artístico, es un ejemplo más de la amplia arquitectura fantástica que hay en este país y que el ensayista de arte Juan Antonio Ramirez agrupaba como esculturas magivagantes.
El lugar sirve de auditorio musical y su monumentalidad de arcanos y ancestros hubiera sido el marco ideal para una actuación de Yma Sumac, por imaginar que no quede.
Esculturas íberas originales
Escudo de Osuna
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