Siempre que leo algo sobre Thomas Pynchon me viene irremediablemente los pasajes que ambientan en su libro Rainbow's Gravity el dasarrollo de las bombas volantes V-2 en Peenemünde por los alemanes a orillas del Báltico bajo la dirección de Wernher Von Braun, un momento crucial del siglo XX que enlaza Peenemünde con Cabo Cañaveral pasando por Los Álamos y que ha hecho en nuestros días a este enclave un paradójico museo.
En este espacio el pasado verano el artista leridano Gregorio Iglesias Mayo fué invitado a efectuar una obra basada en el lugar que vino precedida por la exposición La Condition Humaine en el museo que el coleccionista Till Richter, seguidor acérrimo del pintor, posee a poca distancia. El resultado una enorme tela de más de 40 metros colocada por encima de los raíles en las que impresionó todos los elementos que tenía alrededor, restos metálicos y de madera expuestos a la alteración por el contacto con la lluvia. Como bien decía Iglesias Mayo en una entrevista, "en Peenemünde se respira una historia ambivalente, entre la vergüenza y el orgullo".
Gregorio Iglesias Mayo fotografiado en un ambiente similar a sus bibliotecas de la serie Espacios Interiores (Foto Xavier Minguella, autor también de la que encabeza la entrada)
A continuación otras obras del artista, las dos primeras de la serie Metro