lunes, 27 de marzo de 2023

Warm Leatherette, minimalismo electro de siniestra perversidad



Se dice pronto, hace ya 45 años que se editó el single T.V.O.D. / Warm Leatherette de The Normal el proyecto unipersonal de Daniel Miller que significó la primera referencia de su sello Mute. Grabado durante un día en su estudio simplemente con un sintetizador Roland que había comprado de segunda mano y animado a su publicación por el espíritu punk del "do it yourself" que un año antes había tenido el exponente del primer single de Desperate Bicycles con su proclama "fue fácil, fue barato (153 libras), ve y hazlo" que derivó que sus 500 copias se agotaran en cuatro meses. El single de The Normal apareció en 1978 solo una semana después que lo hiciera otro lanzamiento icónico como fue el Being Boiled de The Human League y ese mismo año verían la luz Private Plane de Thomas Leer, United de Throbbing Gristle o Paralysis de Robert Rental. Con este último compartió un disco y actuaciones en una línea más industrial que también exploró en otras colaboraciones fugaces con extremistas del ruido como fueron William Bennet en Come o Boyd Rice. Gracias a la cobertura de medios como NME que declararon a algunos de estos lanzamientos como disco de la semana ya la distribución de Rough Trade, Warm Leatherette o United consiguieron la nada despreciable cantidad cercana a treinta mil discos vendidos y supuso un estímulo para que Industrial Records y muy especialmente Mute siguieran sus ediciones.

El single de The Normal tenía de hecho dos caras A, aunque rápidamente para mi sorpresa el minimalismo electro de Warm Leatherette comenzó a tener cada vez más recorrido y tener una infinidad de versiones, la más conocida fue la de Grace Jones que además bautizó a su LP de 1980 con su mismo nombre, pero también podemos encontrar otras en un amplio espectro desde Laibach y Die Tödliche Doris a Duran Duran o Suzi Quatro. En cierto modo se produce un choque entre la monotonía vocal del tema arropada por su minimalismo electro y el cuadro de mandos del mundo pop,  de la misma manera  que la novela Crash de J.G. Ballard en que está inspirada el tema suponía como escribió Zadie Smith una convergencia entre el concepto de celebridad y accidente automovilístico.









miércoles, 15 de marzo de 2023

Carmen Barradas, vibracionista



               Carmen Barradas y en fotografía y pintada por su hermano Rafael

Mientras los futuristas italianos dinamizaban  los comienzos del siglo XX con sus proclamas a la civilización mecánica e industrial con sus loas al ferrocarril, las fábricas o las ondas hertzianas en el otro lado del planeta, concretamente en Montevideo, una joven Carmen Barradas  estudiante de piano quedaba atrapada con el sonido del aserradero cercano a su casa. De esta vivencia sus clases de solfeo quedaron condicionadas más tarde ante sus primeras composiciones en que ella se auto calificaba como "una maníaca del ruido". Esta inquietud se traduciría definitivamente tras su traslado a Barcelona, ciudad donde ya había recalado su hermano Rafael Barradas tras haber estado pocos años antes en Italia donde conoció a varios integrantes de la corriente futurista. De esta experiencia surgió una derivada propia que él bautizó como vibracionismo que también abrazó a la propia Carmen trabajando ambos en estrecha relación. Como muestra su tríptico "Fabricación, Aserradero y Fundición" de 1922 presentado en  Madrid ese mismo año, su música no tiene las estridencias de los italianos siendo más evocadora, pero sí es absolutamente vanguardista en relación a la notación musical y en las directrices para sus ejecutantes a llevar campanillas en las muñecas, cascabeles en los brazos y crear clusters con sus manos dentro del piano.

Los hermanos Barradas se relacionarían en Barcelona con Joaquín Torres García otro uruguayo de origen y con muchas figuras de la modernidad artística que habían recalado en la ciudad. Un poco más tarde lo harían en L'Hospitalet donde cambió su residencia su hermano Rafael creando en ella lo que bautizaron Ateneillo, lugar de encuentro y tertulia donde pasaron gente como  Marinetti o Ramón Gómez de la Serna cuyo ultraísmo también tenía grandes posos del futurismo. Tras "Esperando el coche "(1922), "Piratas" y "Taller Mecánico" serían otras dos destacadas piezas creadas en 1928, aunque en ese mismo año la autora regresa a Montevideo junto a su hermano en un delicado estado de salud que deriva en su fallecimiento al poco tiempo de llegar. Desde entonces su carrera musical se enfocó más a la docencia pese a reanudar su relación con los ambientes artísticos de la capital entre los que me figuro estaría el extraordinario escritor y también pianista Felisberto Hernández. Su obra fue afortunadamente salvaguardada y divulgada por la musicóloga y concertista Neffer Kröger y el interés y estudio de su obra cada vez es mayor habida cuenta de ser una predecesora del piano preparado de John Cage o del uso continuo del pedal sin soltar en algunas de sus composiciones.



                                                  Partituras de Fabricación


                                   

    
Rafael Barradas, cuadro de Carmen y portada de la revista Ultra
 
 
Joaquín Torres García - Poemes en ondes hertzianes de J. Salvat Papasseit




viernes, 3 de marzo de 2023

Pacifiction, sigilos de ultramar



Desde prácticamente sus inicios gracias a Eliseu Huertas he seguido muy de cerca la trayectoria de Albert Serra atrapándome cada vez más sus películas hasta llegar hasta esta hipnótica experiencia visual que constituye Pacifiction. Aclamada internacionalmente de manera especial en Francia durante el Festival de Cannes, elegida como mejor película del año por Cahiers du Cinéma y refrendada con nueve nominaciones a los pasados premios César. Todo un contraste con el ninguneo de la Academia Española de Cine que le apartó de cualquier categoría lo cual no deja de ser una paradoja tras un periodo de años en que sus dirigentes se quejaban de que ninguna película española era elegida para competir por la Palma de Oro en el certamen francés. Se demuestra así que el interés que tienen sus representantes por el cine de autor más transgresor es prácticamente nulo y bueno es recordar que ya hace bastante tiempo autores como Adolfo Arrieta o Fernando Arrabal eligieron París como centro de operaciones. Volviendo a los Goya uno se pregunta si con estos criterios el homenajeado Carlos Saura hubiera recibido algún premio por sus películas más crípticas.

Al recomendar las películas de Albert Serra mucha gente lo primero que preguntan es de su argumento o "de que va" alertados por la fama de poco convencional que en realidad simplemente es un alejamiento de los estereotipos del cine narrativo. Originada por la lectura de las memorias de Tarita Teriipaia, su infancia en Papeete y la llegada invasora de un equipo de Hollywood, Albert Serra traslada en Pacifiction el idílico ambiente del lugar en su caso perturbado por la amenaza de la reanudación de las pruebas nucleares por lo que acude un alto representante del Alto Comisionado para la Polinesia Francesa, papel encarnado por un genial Benoît Magimel. Sus rastreos en la isla con un look Beachcomber son originados por una sutil pero creciente insurgencia alertada por la llegada de un fantasmal submarino. Esta digamos trama de intriga de poderes invisibles llega al espectador de manera casi espectral, el encuentro con el "taboo" polinésico reverbera en los sonidos y pigmenta con la captación de su director de fotografía Artur Tort una sugestiva óptica cromática sugestiva a la vez que inquietante. Se podría hablar de una sintonía ambiental con el tailandés Apichatpong Weerasethakul y con el exotismo terminal que J.G. Ballard recoge en su libro Fuga al Paraíso recreando una amenaza en el mismo lugar.

Mención especial merece la utilización del sonido en la película. Recientemente, el director declaraba: "me gusta mucho que el sonido y la música se confundan, que puedan jugar uno el papel del otro y viceversa en lugar de que se mantengan en esferas separadas como suele ser lo habitual". Aparte de fugaces grabaciones tradicionales polinésicas y hawaianas de los años 50 la música del film está a cargo de Marc Verdaguer y Joe Robinson,  tomando una presencia importante hacia el final del film en la fiesta en Club Paradise donde encontramos sucesivamente todos los protagonistas del film evadiéndose de los tejidos del poder, bailando pausadamente una mezcolanza de techno y una especie de pacific vaporwave bajo un estroboscópico azul agua marino. Bajo este aturdimiento sónico se hace aquí reveladora una frase del director "la política es una discoteca y está fuera de tiempo". 








Diferentes momentos de Pacifiction rodada Tahití durante agosto de 2021 en plena pandemia



                                Albert Serra, sonido y música. Fuente Andergraun Films



A expensas de la posible edición en un futuro de la banda sonora de Pacifiction y su anunciada producción en un disco de Ingrid Caven se puede encontrar esta caja con cuatro vinilos de anteriores películas editada por Urpa i Musell, sello asociado a Discos Paradiso. Sus autores son la banda de Banyoles Molforts que cuenta con Marc Verdaguer en su formación quien por cierto colaboró como ingeniero de sonido en el cd/dvd Irene's Cunt de Vagina Dentata Organ. Tanto él como Artur Tort
y todos los actores habituales en los filmes de Albert Serra entre los que se encuentra el clarividente Eliseu Huertas han formado una especie de troupe tan eficaz como la que arropó a Rainer Werner Fassbinder.