Acaba de salir mi disco Dómina Esteléctrica en una edición conjunta de Geometrik y Munster Records. Al posible oyente le propongo un viaje de sonido oscilante hacia una zona astral y errática inducida por una mujer metamórfica que avanza luminiscente hacia una habitación oscura que pronto abandonaremos. Sus repentinos susurros de convulsión placentera entre erótica y sombría se entremezclan con el vibrato de sintetizadores y una máquina reverberante. Inducido por la lectura de Lunar Baedeker de la escritora y artista surrealista Mina Loy, este inframundo hipnagógico lo podría añadir a otros ya anteriormente revelados como María Casares bajo el espectro radiofónico de Orphée, la envoltura litocrónica de la mujer en el Espíritu de la Noche de Remedios Varo o la mujer danzando los sonidos cinéticos de Thanatopsis, el corto de Ed Emshwiller.
Criaturas nocturnas con envolventes de ectoplasmas y movimientos de femme fatale contoneándose bajo el misterio y la desorientación de formas de ondas mientras atravesamos perplejos avenidas delirantes hacia ocultos puntos de fuga. Parafraseando a David Toop una "mediumnidad de siniestra resonancia" alternada con evocadoras y expresivas construcciones sintéticas de inusitado impacto emocional.
Mina Loy, inductora de Dómina Esteléctrica