jueves, 18 de enero de 2024

Darío Corbeira CL QR. Madrid 1974, agitprop y la marginalia del rock

                                        

                  


Visitar la muestra El Pintor de Canciones 1950-1978 - Artes visuales, escritura y música popular en el Estado Español celebrada durante 2018 en el Centro Cultural de la Villa de Madrid comisariada por Javier Panera permitía apreciar de primera mano esta interrelación de prácticas creativas que podían abarcar desde las más lúdicas a las más comprometidas o agitadoras que un texto de la exposición nos planteaba. "Puede un acorde distorsionado, la estrofa de una canción o la iconografía de un disco convertirse en una fuerza social transformadora". En esta línea era de lo más apropiado contemplar la serie CL QR del artista Darío Corbeira, una serie de 19 fotografías tomadas en tres manifestaciones antifranquistas en Madrid entre 1972 y 1973 en la que se ha superpuesto en cada una de ellas diferentes nombres de grupos especialmente de power rock progresivo y experimental sobre unos trasfondos de multitud y movilidad ante agentes de represión. Especialmente significativo es ver sobreimpresos los nombres Amon Düül II creadores en sus de una comunidad artística de conciencia político social cercanos incluso en sus principios a la RAF y MC 5 muy ligados a los White Panthers.

Estas fotografías estaban destinadas para ser reproducidas en la publicación Vientos del Pueblo, órgano de la Unión Popular de Artistas y evidenciaban que si bien la canción popular podía tener un sentido con colectivos como La Trágala donde militaba Jose Manuel Bravo Cachas antes de juntarse a Música Dispersa, era en el rock experimental donde se manifestaban los tiempos más cambiantes de esos momentos llenos de euforia y alta tensión. A este respecto, su autor nos comenta una reflexión surgida entonces: "O milito con creatividad o me marcho. Me quedé y nos quedamos. De algún modo Robert Fripp embarazó a la madre de Familia Lavapiés". Este colectivo (no muy alejado de los postulados de Art&Language también muy interesados en la música) era descrito por Corbeira como de filiación maoísta con simpatías a la acracia y el trotskismo con toda la contradicción que ello implica y que llevaría a eternas discusiones. Algo muy parecido a lo que ocurría en esa misma época en semejantes ámbitos políticos y musicales en Londres entre gente como AMM y la Scratch Orchestra o ya unos pocos años después en el ámbito del punk más combativo entre Crass y Rondos.

Los análisis y obra de Darío Corbeira han tenido una gran influencia en otros artistas y creadores musicales como Marcelo Expósito o Francisco Felipe y conjuntamente estuvieron en la creación de las primeras ediciones de Brumaria. Por otro lado casi a la vez que se expuso esta serie se pudo ver en el MUSAC de Leon y Tabacalera de Madrid una amplia retrospectiva de toda su trayectoria con el título de Permanecer mudo o mentir.





Varias muestras dela serie CL QR de Daniel Corbeira. Madrid 1974






La información llegaba a España de esta experimentación política y musical era escasa por eso es de destacar estas muestras pertenecientes a un artículo de Jesús Ordovás sobre los White Panthers en la revista Triunfo y otros dos sobre la escena más agitadora del rock alemán publicados en Vibraciones.


Publicado el mismo año que la serie CL QR este controvertido ensayo de Cornelius Cardew de AMM profundiza los conflictos entre la música de vanguardia y la clase obrera.



viernes, 5 de enero de 2024

Songs for the Witch Woman y las percepciones auditivas de Marjorie Cameron y Jack Parsons

                                       


Nos sumergimos en la lascivia sinuosa de Songs for the Witch Woman, un libro ardiente que muestra la intensa relación del ingeniero aeroespacial y ocultista Jack Parsons y la pintora Marjorie Cameron, ambos poseedores de un carisma magnético. Un amor que trasciende entre las fuerzas ciegas del abismo desde que se conocieron en Pasadena en 1945. La aparición de ella fue interpretada por Parsons como el resultado de un conjuro dentro de la cosmología del ocultismo thelemita de Crowley desinhibido y purificador y tras su escepticismo inicial  poco a poco participó de estas prácticas como también en todas las pruebas con cohetes de manera muy especial en el desierto de Mojave. Uno de estos ensayos, esta vez en casa del propio Parsons acabaría en una explosión que acabó con su vida. Sus contactos con el recien creado estado de Israel hizo siempre sospechar en ella la mano de algún agente antisionista. Como curiosidad decir que la pintora y cineasta Renate Druks muy cercana a su círculo cita en el libro Sexo y cohetes de John Carter que también exploraron unas posibilidades de empleo que les habían surgido en España.

Tras la desaparición de él Marjorie Cameron quemó gran parte de toda su obra pictórica y entró en una espiral que unos calificarían de delirios y otras de revelaciones que en bastantes ocasiones tienen que ver con percepciones auditivas como la que narraba con estas palabras:

Desde hace algunos meses he sido consciente de la realzada intensidad de lo que llamo canal de escucha. Lo puedo describir como el sonido de una emisión de onda corta que uno capta. Es independiente de mi oído normal; si cierro mis ojos no resulta afectado de ningún modo. Hay momentos en que es tan intenso que puedo afinarlo, girando mi cuerpo, parece que su potencial se refuerza con la presencia de otros humanos... Siento que hay alguien en el otro extremo, o digamos que siento que el chorro trasciende el tiempo y el espacio y que estoy oyendo el sonido de mi emisor reflejado en lugares increíbles.

Anteriormente Jack Parsons también tentaba a la posibilidad de percibir señales auditivas activando un magnetófono mientras sonaba de fondo el Violin Concerto 2 de Sergei Prokofiev, obra estrenada en Madrid en 1935. Mientras él disfrutaba de la música orquestal especialmente de compositores rusos Marjorie Cameron era una gran asidua a los locales de clientela bohemia como los que a buen seguro acudió en una visita a París con Juliette Gréco y con gran protagonismo del jazz como casi puede recrear una de las primeras escenas del film  Night Tide rodadas en un club de Venice dirigido por Curtis Harrington cuyos asistentes bien podían ser los lectores de la revista Semina dirigida por Wallace Berman en que ella aparece en portada. Ya antes en 1955 la había dirigido en el corto The Wormwood Star que contiene una destacada banda sonora de la también pintora Leona Wood y justo un año antes la encontramos ritualizando como La Mujer Escarlata en The Invocation of My Demon Brother de Kenneth Anger con quien se relacionaría asiduamente en los años sesenta. En su retiro final californiano  alternaba sus prácticas chamánicas con el arpa celta y visitas de gente más joven de exploración neognóstica o arte y música con tintes esotéricos como Genesis P-Orridge.

La estela de Marjorie Cameron ha brillado estos últimos años a través de exposiciones y libros como también ha ocurrido con Jack Parsons. Songs for the Witch Woman fue editado en 2014 tras mas de sesenta años de ser concebido por la destacada editorial Fulgur, en una tirada limitada, lamentablemente en la actualidad está agotado.




   

                                                 
                                      
                             Varias muestras del libro Songs for the Witch Woman

                                        


Prokofiev y Rachmaninoff, una imaginería sonora, sensual y sutil en palabras de Parsons

                                            




Marjorie Cameron en la portada e interior de la revista Semina que cubría toda la escena marginal de San Francisco y Los Angeles precursora del mail art.



Cartel e interior de la muestra Cameron: Songs for the Witch Woman

  The Scarlet Woman en Invocation of my Demon Brother de Kenneth Anger