jueves, 26 de enero de 2017

Terse Tapes One Stop Shopping




En el trascurso de 1981, acabando de empezar el programa Los Silencios de la Radio y planeando un poco lo que luego fue Ortega y Cassette, tuve un contacto muy especial con el sello australiano Terse Tapes dirigido desde Balmoral Beach por Tom Ellard y Richard Fielding, este último dejaría sin embargo la formación ese mismo año para seguir tanto sus programas radiofónicos como otros proyectos musicales siendo The Loop Orchestra quizá el más significativo. Tras las espontaneidad de las grabaciones caseras hechas en la cocina y las habitaciones, Tom Ellard reformaría Severed Heads con nuevos miembros alcanzando una brillante simbiosis de electrónica, tape loops y lineas melódicas complementadas con videocreación de sintetizador como se pudo ver en un memorable concierto suyo hacia mitad de los ochenta en la sala Studio 54 de Barcelona.

Terse Tapes fue uno de los primeros sellos de la incipiente escena de cassettes que empezó a gestarse en 1979, sus grabaciones son un perfecta muestra de la escena experimental australiana de esa época muy alienada en estilo a la de la costa oeste americana, curiosamente algo que también ocurría con el rock más convencional. Otros sellos locales a destacar serían el cassette magazine Fast Forward y M Squared que también servía como estudio de grabación.

La cinta de cassette que ilustra el comienzo de esta entrada es un adelanto de lo que iba a ser One Stop Shopping, novena referencia del sello que ofrecía nada menos que 240 minutos de grupos como Agent Orange, Bleeding Arseholes, Essonden Airport, Laughiun Hands, Rhytmys Chymx, Scatered Order o Systematics entre otros.




Zonas autónomas: su propio sello de cassettes y areas de grabación en tu priopia casa





        Diferentes artworks de Terse Tapes. Puedes ampliar visitando Sevcom


                                                                     Un lujo de cartel







jueves, 12 de enero de 2017

Juan Eduardo Cirlot Nebiros

Manuel Capdevila, Interior de una taberna (1949), antigua colección de Juan Eduardo Cirlot.

Su cabeza se dobló y sus brazos cayeron rotos a lo largo de su cuerpo. La música iba apagándose hasta hasta adquirir una debilidad inverosímil.

Sus pensamiento le condujeron a la música y entonces se apercibió de que realmente sonaba dentro del local una música que nunca había oído. Un mendigo, sentado en una silla al lado de la puerta, tocaba un violín colocado verticalmente entre su barbilla y sus rodillas y , simultaneamente, hacía sonar una armónica que su mano izquierda pasaba ante su boca. La confusa sonoridad que surgía de esa mezcla tenía algo de maravilloso, a pesar de su de desafinación y de su monotonía. No se podía afirmar que alegrara el ánimo, pero tampoco lo entristecía. Facilitaba la entrada a un mundo de sublime indiferencia.

Los párrafos anteriores corresponden a dos extractos del libro Nebiros de Juan Eduardo Cirlot, recientemente editado tras haber permanecido inédito desde que su autor lo escribiera en 1950. Un paseo nocturno de su protagonista en una deriva por una ciudad portuaria, no nombrada, pero que claramente adivinamos como el Barrio Chino de una Barcelona gris y alucinada que lleva a continuas disquisiciones del protagonista consigo mismo durante toda la noche vagando por tabernas y prostíbulos creando un clima nihilista y maléfico que bien podía emparentarse con la "literatura del mal" de George Bataille o "las fronteras infernales de la poesía" de José Bergamín.

El manuscrito del libro fue masacrado por la censura con estos inverosímiles argumentos: Libro fatalista, saturado de contradicciones y pesimismo, cuyo protagonista -un imaginativo sexual, tímido y sin fe-, después de un largo paseo por los prostíbulos de su ciudad , en el que se le ocurren los más paradójicos y peregrinos comentarios, llega a la escéptica conclusión de que toda ansia de superación y mejora espiritual es inútil. Era tal la cantidad de páginas censuradas que Cirlot decidió no editarlo y guardarlo en su cuarto de armarios.


                                                    Xavier Miserach. Tranvía de noche

                                                                 Foto de Josep Brangulí


                                                             Fotos  Josep Gaspar i Serra

                                                               Foto de Bert Hardy


                                                            Foto: Francesc Català i Roca


Los Secretos del Infierno y Magia Sexual, dos libros encontrados por el protagonista en mercados de libros viejos.


lunes, 2 de enero de 2017

Sparks en París. Thank God It's Not Chritsmas


De entrada manifestar con fervor, que pesadas son las Navidades y que grandes eran, son los Sparks, esto iba a ser suficiente para ilustrar esta filmación del grupo en la televisión francesa en 1974 interpretando Thank God It's Not Chritsmas, pero me voy a extender un poco pues es uno de sus temas que siempre me han hechizado más debido en gran parte a los portentosos riffs de Adrian Fisher que casi nos hace olvidar a su anterior guitarrista Earle Mankey y a la sinuosa línea ambiental de decadencia y nostalgia que Ron Mael consigue con un mellotron sostenido y que su hermano Russell nos sitúa en París.

Su actividad en la capital francesa fue ese momento de lo más prolífica: un recordado artículo en la revista francesa con fotos tomadas en el Louvre por Jean Yves Legras que seguían la línea expositiva de Nicholas de Ville desde la firma del grupo con Island Records, dos conciertos en el Olympia (uno de los cuales me fue narrado con entusiasmo por Ian Mercader ante mi asombro pocos años después de que lo hiciera en la revista Vibraciones) y el reconocimiento de celebridades locales como Serge Gainsbourg o Jacques Tati quien incluso pretendía hacer un film con ellos como protagonistas, algo que no se llegó a materializar debido a problemas de salud del director francés, una contrariedad que los hermanos Mael han considerado como el punto más frustrante de su carrera.

                                   Ron y Russell Mael en el Louvre. Foto Jean Yves Legras



    Sparks en el Olympia. Fotos y crónica de Ian Mercader. Vibraciones 1975

                                                        Conversaciones con Jacques Tati