Jorge Marredo - Cuatro piezas visuales para piano sobre la quietud
En poco tiempo han visto a la luz dos trabajos como "Piano Álbum" de Pedro Linde editado por Fortín y "Cuatro piezas visuales para piano sobre la quietud" de Jorge Marredo autoeditado por sí mismo a través de su bandcamp. Ambos tienen como denominador común el piano como instrumento de ejecución, entendiendo este en un circuito electrónico que sustituye a las cuerdas. Comparten varios de sus temas un carácter desenfadado y una contagiosa vitalidad cuyos tonos de armonía y pulso repetitivo nos pueden llevar a los terrenos del minimalismo que por ejemplo Eduardo Polonio realizaba en la mitad de los años ochenta, aunque estamos hablando de dos compositores cuya trayectoria también abarcan resonancias más inquietantes. Este dimorfismo no puedo más que compartirlo, es muy saludable después de sesiones de composición o audición ruidista o lo que se suele tildar de experimental, soltarse por estas tonalidades con chispeantes repeticiones o espaciosa quietud, unas válvulas de escape no muy distintas de las que en su momento tuvo el minimalismo frente a la herencia del serialismo.
De Pedro Linde ya se había hecho eco este espacio de otros dos trabajos editados también en Fortín como son Lizard King Poems y The Mask of the Red Death y señalar como más reciente Las Ciudades Invisibles. De Jorge Marredo recordar dos ediciones como Uéyiga (Audiotalaia), Dikr (Gruppo Ungido) y la más reciente Baizuo en Liquen Records con un extraordinario tema final, L'Eterna Danza Molecolare dedicada a Franco Battiato. Esta querencia al músico italiano o en otro se sus trabajos a Jeff Beck transmiten una amplitud de mira también palpable en Pedro Linde como es Jim Morrison leyendo algunos de sus poemas en el antes mencionado Lizard King Poems. Por último destacar también la manipulación electrónica que ambos ejecutan en el caso de Pedro a través de sus videocreaciones y de Jorge con sus imágenes distorsionadas cercanas al glitch art.
Pedro Linde - Piano Álbum, Instantánea del vídeo Oír Llover I
Pedro Linde - Piano Álbum. Instantánea del vídeo Las Iluminaciones II
Jorge Marredo a través de una de sus imágenes de manipulación digital
Definir que es exactamente el ruido es complejo, si nos quedamos con los términos de uso que por ejemplo nos puedan dar diccionarios darían en unos casos conceptos de sonidos inarticulados y en otros no deseados pero siempre acompañados con el calificativo desagradable. Es evidente que esta es la idea que sostiene la mayoría de la población y cuando se presenta ya asociado a la música esta suele asociarse con perturbación y extrañeza. No obstante habría que preguntarse si en nuestro presente esta tensión no se ha adaptado ya en gran medida a nuestro entorno como predijo Jacques Attali en su libro de 1977 Bruits, Essais sur l'economie politique de la musique en que consideraba que "la música ya no se oye en silencio, se integra a una totalidad" a la vez que incidía en que "toda música, toda organización de sonidos es un instrumento para crear o consolidar una comunidad, una totalidad; es lazo de unión entre el poder y los súbditos y por lo tanto más generalmente un atributo del poder, cualquiera que este sea". En páginas posteriores veremos que este poder se instrumentará a través de tres zonas estratégicas: hacer olvidar, hacer creer, hacer callar.
Es significativo que Attali escribiera Bruits durante 1976 justo el año cero del punk, no cita el movimiento en ninguna parte del libro, aunque si lo hizo en alguna entrevista televisiva de entonces, ejemplos de transgresión de la música si los expone en las manifestaciones y circuitos de free jazz, la catarsis decibélica y liberadora de Jimi Hendrix o de cambio de orden serial por La MonteYoung. "El ruido es un arma y la música es en sus orígenes, la realización, la domesticación, la ritualización del uso de esta arma en un simulacro de homicidio ritual". Ejemplariza de manera destacada esta dualidad incluso con la portada en la ciudad medieval, el uso de músicos para atraer a las ratas y el devenir del estado de una fiesta al de penitencia, del carnaval a la cuaresma.
La música para hacer callar cobra un papel determinante en el siglo XX, la música como mercancía y planificada con la creación de Muzak y el hit parede participa del capital y en el espectáculo, es profética y su organización social su eco. El talento visionario de Attali es notable, le llevó no solo a colaborar como estrecho colaborador de François Miterrand sino como analista y consultor de estrategias y riesgos de diferentes corporaciones y su radar profético y global se puede palpar en su libro Diccionario del Siglo XXI escrito en 1988 diseccionando el futuro de la geopolítica con sus hiperclases y virtualidades a través de un montón de palabras, conceptos y lugares con incluso algún guiño al postmodernismo describiéndola como "palabra comodín que se utiliza para designar el futuro sin correr el riesgo de aventurar un pronóstico", algo que él si hace por ejemplo con el término que nos ocupa: "Música: nuevos ruidos y nuevos ritmos arrollarán a todo lo que se oye hoy en día. No se tratará de una vuelta al ritual o al espectáculo, Tampoco a la música culta. Por el contrario, será una avanzadilla de la improvisación. Los nómadas urbanos crearán nuevos instrumentos -electrónicos o de artesanía- para una música instantánea, colectiva, accesible a todos, una música que romperá la barrera del aprendizaje."
Decir que el libro apareció en España a través de la legendaria editorial Ruedo Ibérico nada más un año después de su publicación quizás debido a que durante los años anteriores tuvo su sede en París. Una importante parte del ideario del libro está presente en el libro Noise&Capitalism publicado en 2009 por Arteleku y con Mattin como coeditor, en él también se interroga si el noise como género está obsoleto y su confluencia y dimensión política con los circuitos de improvisación y vanguardia radical. Siguiendo en nuestro país destacar también el libro de Susana López La Política del Ruido. El ruido como arma definitiva editado en 2013 a través de la Fonoteca SONM de Murcia. En él su autora acude a Jacques Attali en varias de sus páginas, alternándolo con los manifiestos de Luigi Russolo, los pensamientos de John Cage, la subversión de Fluxus o Throbbing Gristle o las percepciones de Francisco López o Peter Ablinger. Por último, el ruido nos anima este mes de mayo como proclama la portada del fanzine sectario zaragozano El Sueño desde un especial dedicado a él desde un artículo dedicado a su alucinante escena en Indonesia, (algún ejemplo también aquí hace uno años) más recorridos por la del norte de Europa, Bizkaia o el noise outsider y anónimo que toma las calles pulverizando todas las esferas de las músicas.
Jacques Attali. Ruidos, ensayo sobre la economía política de la música. Ruedo Ibérico 1978
Noise&Capitalism Arteleku 2009
Susana López La política del ruido. El ruido como arma definitiva. 2013
Red Noise, agit rock con orígenes en la ocupación de la Sorbonne en 1968. En 1976 Patrick Vian grabó su único disco Bruits et Temps Analogues
Metal Urbain Panik. Punk parisino tomando el ruido de Metal Machine Music como punto de iniciación. Al comienzo de esta entrada la portada del grupo de Burdeos S.T.O.
Clock DVA - Sound Mirror bajo la inspiración y citas de Jacques Attali
Vídeo extraído del artículo El ruido tomando las calles. El Sueño 17