miércoles, 29 de febrero de 2012

KEITH BERRY



Hasta que el sello austríaco Non Visual Objects no editara el Libro-CD Extract Portrait of Soundartist, no pude oír al fin a Keith Berry del quien tenía una gran impresión tras haber leído algún artículo sobre el. Esta recopilación incluía trabajos de una red de músicos en el campo de la música electro-acústica entendiéndose ésta más como práctica que como género. Al igual que algunos aquí representados una de las primeras influencias de Keith Berry es Brian Eno especialmente a través de sus "Estrategias Oblicuas", pero sería finalmente la figura de Bernhard Günter quien a través no solo de sus sutiles y detalladísimos sonidos sino también de sus imágenes captaría enormemente su atención hasta tal punto que en en el 2003 le mandó un material que podo después sería publicado con el título de The Golden Boat en su sello Trente Oiseaux.

La música de Keith Berry requiere una escucha profunda, la utilización de auriculares en un entorno de oscuridad es más que recomendable pero esto esto no quiere decir que estamos ante unos sonidos gélidos, la desolación y melancolía nos llega a través de unas melodías distantes (estupendamente evocadas en el blog Art of Memory) en un terreno similar al de William Basinski aunque menos monocromático, de hecho hasta se permite manipular algún extracto de Les Baxter en su fantástico disco The Ear That Was Sold To A Fish.








lunes, 20 de febrero de 2012

ENCUENTROS DE PAMPLONA







John Cage, Eduardo Polonio y Horacio Vaggione , Luis de Pablo y José Luis Alexanco



Entre el 26 de Junio y el 3 de Julio de 1972 se produjo en la capital navarra esta muestra artística que fue una auténtica anomalía a la vez que milagro en la España de finales del franquismo. Un evento que arrancó de Soledad Interrumpida, revelador título para un proyecto original de Luis de Pablo y Jose Luis Alexanco, destacados integrantes del Laboratorio de Musica Electrónica Alea y del Centro de Cálculo, verdaderos oasis de experimentación del Madrid de entonces, lo que condicionaría especialmente la línea musical de los Encuentros, de hecho ahora recuerdo los curiosísimos programas radiofónicos de Luis de Pablo que siempre empezaban con su propia voz... "Las otras músicas por Luis de Pablo".

De esta manera el cartel comienza a completarse con la gente más cercana como Eduardo Polonio y Horacio Vaggione de Música Electrónica Libre, un concierto de Zaj con todas las luces del local apagadas y altísimo ruido distorsionado de radio, igualmente perturbador fue el concierto de John Cage por lo que se puede ver en la foto con la gran cantidad de micrófonos que reproducían sus fonemas y aullidos junto a composiciones electrónicas de David Tudor. Ante tales propuestas la reacción del espectador era extrema, pasando del entusiasmo al escándalo; mucho más placentero por lo que cuentan las crónicas fue el concierto que otro grande de la vanguardia musical norteamericana Steve Reich dió en un teatro de la ciudad. Recientemente en una entrevista a Jose Luis Alexanco en la revista Arte y Parte declaró que también estuvieron en contacto con Roxy Music y Soft Machine, pero lo que pedían excedía el presupuesto del festival, que por cierto era gratuito y que anticipó en solo un mes al ICES Festival en el Roundhouse de Londres con una línea muy similar de interrelación artística a la vez que lúdica.

Es muy significativo como tal propuesta de modernidad artística tuviera tanta agitación política alrededor. A John Cage si le criticó que actuara en un pais bajo una dictadura a la que el matizó: "Si actúo en la América de Nixon no sé por que no voy a hacerlo en la españa de Franco", también hubo tensiones de representatividad del arte vasco y durante los días de celebración explotaron varios artefactos.

Por último destacar que entre la documentación que se ha generado en los últimos tiempos de los Encuentros , las fotografías de las cúpulas neumáticas que creó el arquitecto Jose María Prada llaman poderosamente la atención, en su interior se celebraron varios conciertos y muestras de videoarte y en el exterior... la realidad de los muros de la Ciudadela y el Gobierno Militar, auténtica arquitectura efímera.


jueves, 9 de febrero de 2012

CLAUDE CAHUN





He de confesar que la primera vez que ví esta fotografía y sin tener ningún tipo de información, pensé que esta mujer de aspecto andrógeno e indomable con la cabeza rasurada y rebelde modernidad casi podía ser la de una chica punk que está posando antes de ir al Gibus, el club punk parisino de finales de los setenta, poco después supe que era Claude Cahun y qué la foto es de cincuenta años antes.

Toda la trayectoria de Claude Cahun (seudónimo de Lucy Schwob 1894-1954) sobretodo en sus autorretratos anticipa propuestas de fotografía "performativa" como Orlan, Rebeca Horn o Ana Mendieta, aunque en el el caso de Claude desde una inclusión claramente en el surrealismo con cuyos más afamados representantes solía alternar vivencias y una agitación política que sumada a sus fotos de desnudos le valió la detención junto a a su hermanastra, amante y colaboradora Suzanne Malherbe por parte de la Gestapo que las condenó a muerte ante lo cual intentaron el suicidio sin éxito.

Poco después en la Isla de Jersey desarrollaría una época más simbolista en que gravita el enigma y el deseo, paradigmas claros del surrealismo. Todo el fruto de su obra ha sido reconocido en los últimos tiempos como otras mujeres que estuvieron en una "segunda línea" del movimiento surrealista y recientemente hemos tenido oportunidad de ver en una exposición todas estas fotografías como también diferentes poemas visuales y fotomontajes. Su imaginería provocadora y transgresora me lleva a acordarme de Diana Rogerson y especialmente de su disco The Inevitable Christal Belle Scrodd Record en qué está acompañada por su pareja Steven Stapleton y más colaboradores habituales de Nurse With Wound, formación de gran calado surrealista. De este disco editado por United Dairies en 1985 incluyo el tema Unknown Part I-II.






jueves, 2 de febrero de 2012

PHILL NIBLOCK EN FESTIVAL SUPERSIMETRIA

En un Festival como el Supersimetría, que en esta su segunda edición proponía un programa entorno al extremo y la percepción, nada mejor que la clausura a cargo de Phill Niblock cuyos conciertos basados en altísimos desarrollos drónicos suponen toda una experiencia física, que no me extraña haya fascinado a guitarristas como Rhys Chatham, Jim O´Rourke o Oren Ambarchi, a la vez que le alienaba a nuevas tendencias que le llevarían a grabar sus discos en el prestigioso sello Touch.

Una nota característica de sus conciertos es la propuesta de que la gente no permanezca inmóvil en sus asientos y se desplace por la sala para captar todos los matices con que juega, básicamente desde programas de multi track software, esto dió lugar a un extraño ambiente, en que como decía un amigo mío, las personas parecían dirigirse al escenario (vacío) y volver como si hubieran comulgado, algo que supongo encantará al imperturbable Niblock cuyo lugar preferido para dar conciertos son las iglesias, igualmente idóneo hubiera sido la Sala Metrònom verdadera embajada en nuestra ciudad de los artistas del Sonic Arts Union neoyorkino o también del mismo Rafael Toral que le precedió en el concierto.

Ten destacable como su música es toda su carrera fílmica que arranca a mitad de los años sesenta documentando toda la escena más o menos Fluxus en América y también de jazz como Sun Ra. Como muestra de esta época incluyo un corto con Max Neuhaus y otro ya mas posterior en los ochenta con Arthur Russell, cuyas fantásticas tomas de sus movimientos con el chello y su cara dejan una huella más minimalista que su propia música que siempre ha estado más al margen de sus nombres insignia.