sábado, 28 de noviembre de 2020

Audiografika, Javier Cinca y la red de intercambio postal de audioarte en la época pre-internet


                                                         

En la pasada entrada mencionaba el placer que suponía abrir un apartado de correos para los que participábamos en los años ochenta en toda la red de intercambio de cassettes en las que estos venían acompañados con impactantes diseños gráficos que podían recurrir desde la más sublimada poética a la imaginería  más terminal, estos últimos eran los más habituales sobre todo en la música industrial algunos de cuyos más conocidos exponentes como Genesis P- Orridge o Monte Cazazza ya acudían a esta práctica divulgadora y artística en la anterior década intercambiándola con artistas de diferentes áreas que se agruparían en la International Contact List of the Arts antecedente del C.L.E.M. (Contact of Electronic Music), todo este inmenso flujo pasaría a conocerse como mail art y tenía como antecentes de estos a movimientos como Fluxus o la Internacional Situacionista. En nuestro país podemos encontrar de nuevo a ZAJ como precursores aunque ya más bien en un entorno museístico, el mismo que lleva a la exposición de 1978 Negro sobre blanco en Segovia y otra celebrada dos años más tarde en la Metrònom de Barcelona. Sin embargo la red de músicos o si se prefiere manipuladores sonoros a que aludía antes está descentralizada de los museos, surgiendo además de manera espontánea, será al cabo de un tiempo en que empezará a intercambiarse material con artistas de mail art.

De todo este flujo de francotiradores sonoros que tuvo nuestro país Javier Cinca fue quizás el que más estuvo involucrado en la segunda mitad de los ochenta con el arte postal. Años antes desde Ortega y Cassette conocíamos de cerca su actividad musical desde Zaragoza como Bulbo Raquídeo debido a su estrecha amistad con Ángel Lalinde como también su propio sello editorial S.T.I. (Sindicato de Trabajos Imaginarios) y el fanzine Particulars Motors que evolucionaría desde una estética de maquetación punk de sus primeros números a una depuración gráfica más artística protagonizada por muchos artistas y sellos de audio arte con los que establecerá una fluida relación de intercambio postal. Varios de ellos, Henri Chopin, Bernard Heidsieck o Arrigo Lora Totino iban a protagonizar en 1990 el audiolibro Audiografika en un subsello de S.T.I. llamado PO.SO (Poesía Sónica), diferentes avatares impidieron esta publicación y ha tenido que ser ahora que este proyecto se haya visto recuperado.

En la versión actual de Audiografika (Once Upon..1989) podemos encontrar a través de sus más de doscientas páginas toda una selección de cartas, ensayos o collages destinadas a Javier Cinca, trabajos de cuidada tipografía en la línea de libros de artista o como bien apunta Juan Vacas en su prólogo muestras de como la inmediatez del "do it yourself" del portastudio Tascam tuvo su paralelo en el potencial de las impresoras fotocopiadoras. Algunos representados como Luis Mesa, Das Synthetische Mischgebewe o Étant Donnés ya habían grabado en S.T.I., Vittore Baroni a través de TRAX fue uno de los más asiduos contactos de Javier o Francesc Vidal en cuya revista Fenici llegó a colaborar en algún número. Hablando de publicaciones que recogían estos trabajos también habría que mencionar la etapa final de Trepidación o P.O. Box. No podían faltar en Audiografika dos de los más destacados representantes del mail art y accionismo de este pais como Francisco Felipe de La Otra Cara de Un Jardín o Pedro Bericat que contribuye con un flexi disc que encontramos al final de este libro que tiene el añadido del diseño gráfico de Ángel Lalinde Laita, otro vibrante zaragozano. Un libro altamente recomendable de edición limitada a cien copias que puedes pedir a Libros del Rescate el espacio de Javier Cinca como librero (librosdelrescate@gmail.com) o Morada sónica (info@moradasonica.com)

El audio de la cassette Audiografika se puede decargar a través de Archaic Inventions


                                                            Henri Chopin

                                                               Giovanni Strada

                                                             Ruggero Maggi

                                                      Das Synthetische Mischgewebe

                                                                     Ivan Sladek
                                                             Francisco Felipe
                           
                                                         
                                                                   Serge Peirat

                              Particular Motors, Diciembre 1986
        

lunes, 16 de noviembre de 2020

Un brindis por las cien referencias de Hazard Records




Después de que el sello se fundara en 1998 Hazard Records ha llegado a las cien referencias y lo hace con tres lanzamientos de muchísimo valor que merecen la atención debida. Anki Toner, director del sello rememora en "La Hora Ignorantiana" el título remite a la cassette original de Anton Ignorant "La Hora Feliz" publicada en 1986 y cuenta con varios registros de diferentes proyectos suyos como The Ignotoner el proyecto que tuvieron conjunto y diferentes grabaciones recombinadas en forma de collage con un sugerente continuum procedente de varios discos que él le había regalado o que habían escuchado juntos. Sin duda una emotiva evocación surgida de un encargo de Shak Benavides para Tesla FM que emocionará especialmente a todos los que lamentamos su pérdida hace dos años. La segunda novedad la encontramos en "Aislamiento, lejía y reparación" de Javier Piñango, en él encontramos las siete entregas sucesivas que previamente habían sido publicadas en su canal de Soundcloud, en ellas el encierro y tensión que provocó el confinamiento pandémico queda amortiguado por las modulaciones dramáticas de su inseparable MS20 con sacudidas de voltaje que nunca se descontrolan, algo complejo de conseguir para los que conozcan este sintetizador, un ejercicio como él dice de sanación mental ante una nueva realidad que es un desierto. Por último la referencia que justo cumple el centenar es Capriccio Nelfango, su origen se encuentra en las improvisaciones que el año pasado realizaron conjuntamente el grupo Sterorent, Adrià Bofarull y el propio Anki Toner, estas sesiones han sido recontextualizadas en formas de atrayentes temas de corta duración que pueden encajar muy bien en un formato de disco que el sello anuncia para dentro de poco. 

Curiosamente la trayectoria en solitario de Adrià y Anki esta precedida en sus comienzos a la pertenencia a dos de los grupos barceloneses más inquietos que había en los noventa Beef y Superelvis, tras la marcha de ellos ambos decidieron sumergirse en nuevas tecnologías que seguramente evolucionaban más rápido que la instrumentación rock aún en caso de esas formaciones tan abiertas, el primero  através del sampler y el segundo con  diferentes técnicas de recombinación y apropiacionismo sonoro que en esos momentos vivía una gran tensión originada desde la actitud de la industria discográfica con demandas a grupos norteamericanos como Culturcide y Negativland o el grupo precedente de KLF Justified Ancients of Mu Mu en Inglaterra, otra partícipe de este ámbito como es Vicky Bennett con su proyecto People like us padecería este acoso en nuestro propio pais con una inesperada visita de un inspector de la SGAE tras su actuación en el Sónar, esta institución supuesta garante de los derechos de autor actuaría en realidad como agente de la industria discográfica y sus acciones bien merecían tácticas de resistencia como fue la creación de Hazard Records cuyo primer punto de su manifiesto no puede ser más claro: "La propiedad intelectual no solo es un robo (como toda propiedad, decía Proudhon), sino un abuso, una vergüenza y una herramienta de censura".

Los comienzos de Hazard Records se ma antojan heroicos, la novedad de las grabadoras de cd permitían una autogestión de duplicación semejante a lo que ocurrió antes con la cassette, aunque su práctica exigía una ilusión y paciencia que tiene sus primeros frutos en los cds de Alfredo Costa Monteiro, Superelvis y Música Veneno, una presentación en la Sala Heliogàbal de Barcelona y nuevos lanzamientos que bien podías encontrar en otro lugar emblemático de la ciudad como era el añorado Marx Bar, su dueño Xavi Marx protagonizará varios lanzamientos del sello que se proyecta desde un lugar emblemático del underground barcelonés o desde un artículo de El País, hoy en día algo impensable. Este empeño pronto tendría una contrariedad al comprobar que muchos cd-r se degradaban con el tiempo,  lejos del desánimo se decide explorar el formato de descarga en mp3 convirtiéndose en un netlabel, todavía en esos días las descargas y subidas a la red eran lentas pero por otro lado surgen iniciativas como Internet Archive que permiten una acogida del sello en un inmenso archivo universal de dominio público.

Tras la transformación de Hazard Records como netlabel han surgido en nuestro pais muchos otros, algunos inmediatamente después como Con-v o Alg-a han dejado de operar. Sin duda la inmediatez del medio tanto a nivel de edición como elemento de escucha muchas veces en soportes portátiles es cómodo y a la vez se convierte en un bucle donde muchas veces las composiciones son originadas desde esos medios, especialmente desde laptops. Quizás esta omnipresencia digital sea a veces excesiva para gente de mi generación cuyo feedback de recepción o intercambio a una obra realizada lo encontrabas al abrir la casilla de un apartado de correos en vez de los contadores de descarga o los "me gusta" de rigor. En fin, los tiempos son los que son y hay que reconocer que estos días internet nos ha proporcionado multitud de muestras de audio streaming que nos ha aliviado bastante toda la adversidad circundante. Solo esperar desde aquí que esta sobrecarga de ofertas no impida una escucha atenta a estas tres novedades que presenta Hazard Records y por qué no de otras referencias anteriores que garantizan sorpresas y descubrimientos. Tiempo habrá para celebrarlo.

    The Ignotoner, Anton Ignorant y Anki Toner, foto Carmen Milla, 2011




                                         
    Los tres primeros lanzamientos de Hazard Records

                               
                                        
 
Algunos lanzamientos de Hazard Records, el último de ellos un tributo al disco U2 de Negativland a través de File Under Toner, nombre que Anki Toner toma del título de un libro de Chris Cutler.

 La impagable contraportada de la recopilación Never understimate human stupidity


Uno de los varios lanzamientos de Xavi Marx en el sello cuyo bar (foto superior) protagonizó muchos eventos relacionados con el sello como el que se reproduce a continuación.





miércoles, 4 de noviembre de 2020

Víctor Erice y la música intangible

Cuando leí la aparición del libro Víctor Erice y la música a cargo de José Ángel Lázaro López en ediciones Shangrila pensé si la filmografía del director daba tanto para llenar un ensayo de más de trescientas páginas pese a que uno recuerda como uno de los momentos más sugerentes de El Espíritu de la Colmena cuando Fernando Fernán Gómez ya en plena noche comienza a silbar sigilosamente el tango Caminito mientras las niñas acaban de dormirse tras fantasear sobre la película Frankenstein que han visto en el pueblo y su mujer Teresa aparenta dormir oyendo sus pasos acompasados, poco después él se sienta y se pone unos auriculares para oír una radio de galena de la cual no oímos su transmisión pero sí unos fascinantes fragmentos de música electrónica a cargo de Luis de Pablo, un momento de intimidad e interioridad reforzada por la penumbra ambarina magistralmente tratada por el director de fotografía Luis Cuadrado. Lamentablemente estos fragmentos no están editados ni en la discografía de Luis de Pablo ni como banda sonora de una película que parece no tenerla, salvo en los títulos de crédito, sin embargo una música casi intangible recorre la película en que la práctica fílmica te lleva a territorios de música concreta donde pueden convivir el ruido de las colmenas de abejas con el silencio y susurros del interior de la casa.

Víctor Erice no piensa en la música simplemente como refuerzo de imagen, esta aparece de una manera extradiegética y discreta exceptuando momentos destacados de sus películas como el pasodoble En Er Mundo donde el carácter popular del acordeón adquiere una gran dimensión emocional, este instrumento aparecería de nuevo en alguno de sus posteriores cortos pero es sin duda el piano el más presente en su cine especialmente en La Morte Rouge con pasajes de Arvo Pärt y Federico Mompou que en el contexto biográfico del film evocan de alguna manera las clases de solfeo de su niñez, como dice el autor del libro el aura sonoro adquiere "medicina de la tristeza y consuelo de la aflicción". Erice cuenta que durante los rodajes percibe una voz que casi le canta, una ensoñación confundida en la realidad de cuando descubre durante el rodaje de El Sur en un convento a una anciana tocando un armonio con una pieza de la que nunca supo su título.

A título particular rememoro que a cada pase televisivo de El Sur mi padre se emocionaba de júbilo con el baile de Agustín y su hija Estrella en el viejo restaurante bajo los acordes de En Er Mundo que por cierto constituye la portada del libro antes referenciado. Él nació en Ochando el pueblo segoviano colindante con Hoyuelos donde se rodó El Espíritu de la Colmena, en esos paisajes pasó el su primerísima infancia donde mi abuela, que era maestra, acudía en ocasiones  a la casa familiar de Fernando y Teresa en la película regentada entonces temporalmente por el Marqués de Lozoya, hablo de los primeros años veinte del siglo pasado. Cuando mi padre falleció decidí recorrer estos lugares con mi viejo R-5, incluido el bar donde en su ahora anexo las niñas ven atónitas la película Frankenstein mientras su madre se desvanece en bicicleta bajo el mortecino alumbrado nocturno del pueblo que aún seguía en apaciguado silencio.








                                   Diferentes instantáneas de El Espíritu de la Colmena (1973)



                         El piano en la sombras. Tres instantáneas de La Morte Rouge (2006)


                                              Víctor Erice en momentos de instrospección


El Espíritu de la Colmena, la casa de Hoyuelos donde se pasa Frankenstein treinta años después (2003) con mi viejo R-5 en primer plano reposando de las carreteras de la meseta segoviana.