jueves, 28 de marzo de 2013

THE UNITS Synthpunk & High Performance



A Nite of Psycho Rock el evento que el promotor de conciertos Bill Graham organizó en el California Hall de San Francisco con tres bandas como Screamers, Tuxedomoon y The Units mostró aparte de que se podía hacer música electrónica con actitud punk, como poderla simultanear con pantallas en que se proyectaban filmes de los dos últimos grupos mencionados. Me centro en el caso de The Units, mucho menos referenciados que Tuxedomoon, una de cuyos miembros Rachel Webber tuvo relación con estos y que poco después junto a Scott Ryser serían el núcleo del grupo y los realizadores de Unit Training Film, un montaje variable de duración con viejas películas de contenido educativo, industrial o "home movies"en una vena similar a la que escasamente antes habían hecho The Human League en sus primeras actuaciones, posteriormente de manera magistral Tom Ellard en Severed Heads o antes en el terreno puramente cinematográfico por el realizador Bruce Conner. Es de destacar que gran parte de estas filmaciones fueron cedidas por el gran archivador de imágenes que es Rick Prelinger que además actuaba de proyeccionista en muchos de sus actuaciones, sobre él podéis profundizar más en este especial de Radio Web Macba. Esta mezcolanza de punk y arte de vanguardia se puede palpar en su primer disco donde intentan singularizar su portada con diferentes recortes tanto del fanzine Search&Destroy como de la revista High Performance.

Imágenes en que la propaganda institucional es subvertida o más bien parodiada con un sonido muy emparejado evidentemente a Devo, ambos compartieron una sonoridad de pop electrónico muy diferente a la europea que marcaría los años ochenta. En una entrevista Scott Ryser comentaba que el dueño de una tienda de instrumentos de San Francisco le dijo que él era la primera persona que se llevaba un minimoog de la tienda, sin duda este instrumento se introduce en las nuevas músicas como poco antes lo había hecho en el rock progresivo e incluso en la música negra y deja de ser algo solo al alcance de las grandes instituciones, aunque él siempre estuvo al tanto de toda la tradición experimental estadounidense de manera muy especial por el San Francisco Tape Center. 

Ya por último apuntar que en la década de los ochenta el grupo contó con la producción de Michael Cotten, teclista de The Tubes y nada menos que Bill Nelson de Be Bop Deluxe.
 






Diferentes ejemplos de posters de actuaciones compartidas por The Units, se podrían añadir otras tantas junto a otros ejemplos de la escena de S.F. como Rhythm&Noise o Zev





miércoles, 20 de marzo de 2013

WERNER HERZOG Conquista de lo inútil



El rodaje del film Fitzcarraldo supuso toda una quimera, tanto o más que la propia trama de llevar un teatro de ópera en medio de la selva o elevar un vapor por una montaña,  los suplicios del rodaje como los delirios de abandono ante el irreal paisaje son magistralmente narrados por Herzog  en forma de diario en este libro del que ha llegado a afirmar que escribe mejor que lo que filma.

Uno de los elementos más destacados del mundo selvático son sus chirriantes sonidos, de hecho en la película la voz de Caruso que surge del gramófono es anulada por los chillidos de los animales. Ante la falta de poder grabarlos como Herzog quiso hacer en su momento, así los rememora en este diario:

Por un momento y creo que es la primera vez de que guardo recuerdo, la Tierra me ha parecido maternal, cubierta de una selva en descomposición, totalmente apaciguada. Una mariposa nocturna, grande y marrón, cargaba contra el suelo de cemento pulido como si quisiera viajar hacia el centro de la tierra, y batía las alas tan fuerte que el ruido como de madera que ocasionaba, junto al chisporroteo y el crujir eléctrico de una moribunda lámpara de neón, parecía formar parte de una sinfonía interpretada desde las profundidades de un cosmos espeluznante, un cosmos que ya se ha preparado para la última cosecha.

La naturaleza ha recobrado el juicio, solo la selva sigue amenazante, inmóvil. El río, ese monstruo, fluye sin sonido. La noche cae muy rápido y, como siempre a esta hora, los últimos pájaros insultan la tarde. Canto ronco, tonos inquietantes y por debajo, uniforme, el chirrido de las primeras cigarras.

El viento aplastaba brazadas de hierba y trocitos de tierra húmeda salían volando. Junto a una choza, entre un poste y un árbol, los críos habían atado un pedazo de cinta magnetofónica toda enredada (seguramente se la había perdido al técnico de sonido), tan bien atada que siguió zumbando y agitándose largo rato, incluso después de que el avión se hubiera perdido de vista.

Ahora es de noche y Gustavo y Claire están sentados conmigo bajo los neones de la oficina, rodeados de mosquitos. No decimos nada. La radio silba y chirría, aunque por momentos se escapa una música, como un xilofón de otras esferas del universo. Por un momento se ha oído claramente una estación de la Unión Soviética.







Las dos últimas fotos corresponden al lugar donde Werner Herzog y su equipo gestionaron Aguirre y Fitzcarraldo, hoy convertido en un hotel donde se pasan por la noche ambas películas.

lunes, 11 de marzo de 2013

TRANSMISORES DE TESLA, STAHLFABRIK Y SRL




Uno de los descubrimientos que el visionario Nikola Tesla tuvo en su laboratorio de Colorado Springs, eran los extraños sonidos que salían de su potente receptor de radio, por entonces su explicación es que se trataba de señales de otras planetas tratando de establecer algún contacto con la Tierra, excitado ante la escucha comenzó a pensar en como responder a aquellas señales, una de las muchas revelaciones de Tesla llenas de sobrecogedoras resonancias de transmisiones eléctricas y estallidos sonoros. Este mundo fascinante y resplandeciente de Tesla ha sido evocado por Stahlfabrik, nombre con que el músico barcelonés afincado en Almería Josep María Soler utiliza para sus composiciones de música electrónica, en este caso en el interesantísimo Espaisnetlab y también para su sorprendente blog. Títulos como Oscilador Vibracional, Transmisión Inalámbrica o Energía Radiante que da título al cd, ya te conducen a circuitos ambientados con una cuidada instrumentación electrónica muy deudora de la escena alemana de los años setenta, más que planeadora discretamente industrial muy en las coordenadas de Conrad Schnitzler.

Entre las muchas tesis que marcaron las invenciones de Tesla una de las primeras era que los seres humanos podían ser abordados como máquinas revestidas de carne, poco después admitía la posibilidad de humanizar las maquinas a efectos prácticos algo que llevaría a sumergirse en los "autómatas teledirigidos"de entonces antesala de la robótica contemporánea. De alguna manera estas ideas han marcado parte de las invenciones y performance de Mark Pauline a través de Survival Research Laboratories especialmente en su acción Carnival of Misplaced Devotion celebrada en 1991 en Seattle donde montaron el mayor "tesla coil" hasta entonces, luminotecnia fosforescente cuyas altas frecuencias han sido posteriormente intentado modular en música por otros con discutibles resultados.