lunes, 28 de agosto de 2023

Javier Hernando - Dómina Esteléctrica (Geometrik /Munster Records). Hipnagógica escucha de siniestra resonancia



Acaba de salir mi disco Dómina Esteléctrica en una edición conjunta de Geometrik y Munster Records. Al posible oyente le propongo un viaje de sonido oscilante hacia una zona astral y errática inducida por una mujer metamórfica que avanza luminiscente hacia una habitación oscura que pronto abandonaremos. Sus repentinos susurros de convulsión placentera entre erótica y sombría se entremezclan con el vibrato  de sintetizadores y una máquina reverberante. Inducido por la lectura de Lunar Baedeker de la escritora y artista surrealista Mina Loy, este inframundo hipnagógico lo podría añadir a otros ya anteriormente revelados como María Casares bajo el espectro radiofónico de Orphée, la envoltura litocrónica de la mujer en el Espíritu de la Noche de Remedios Varo o la mujer danzando los sonidos cinéticos de Thanatopsis, el corto de Ed Emshwiller. 

Criaturas nocturnas con envolventes de ectoplasmas y movimientos de femme fatale contoneándose bajo el misterio y la desorientación de formas de ondas mientras atravesamos perplejos avenidas delirantes hacia ocultos puntos de fuga. Parafraseando a David Toop una "mediumnidad de siniestra resonancia" alternada con evocadoras y expresivas construcciones sintéticas de inusitado impacto emocional.

                                    Mina Loy, inductora de Dómina Esteléctrica

                                            La princesse de l'ombre. María Casares en Orphée
 
                                 Mujer-El Espíritu de la Noche. Remedios Varo

                                              Fotograma de Thanatopsis. Ed Emshwiller 1962


martes, 15 de agosto de 2023

Nancy Sinatra&Lee Hazlewood, espuelas plateadas y mañanas aterciopeladas




Summer Wine de Nancy Sinatra y Lee Hazlewood es uno de los singles que más veces he puesto en mi tocadiscos, especialmente cuando llegan los atardeceres del verano. En España apareció incomprensiblemente en un ep cambiado el título por Bebida Mágica, una astracanada típica de la época, aunque viendo los místicos contornos del tema casi tiene una razón de ser. El vino es en palabras de Juan Eduardo Cirlot una embriaguez sagrada y un símbolo de juventud y vida eterna. En la canción un hombre representado por el propio Hazlewood con su voz profunda rememora el encuentro con una mujer que admirada por sus espuelas plateadas le invita a tomar un vino junto a ella. A la mañana siguiente descubrirá que la mujer le ha robado las espuelas y el dinero. Curiosamente como si fuera una continuación del tema anterior en Some Velvet Morning vemos en su recreación fílmica como aparece el propio Hazlewood sobre un caballo negro como si fuera un caballero medieval con sus espuelas entremezclándose las imágenes con Nancy Sinatra ensimismada con flores efímeras mientras ha abandonado su caballo blanco. Como fondo el océano que en palabras de otro sabedor en simbolismo como Heinrich Zimmer es una lógica inmensa, una vasta extensión en que se sueña a sí misma y que duerme en su propia realidad, pero que sin embargo contiene los gérmenes de los contrarios. Evidentemente una interpretación bidimensional readaptada e impalpable que expongo al ver su visionado, una más a añadir a las muchas que se han hecho muchas basadas en una impenetrable sexualidad o el ritual de consumo del LSD no tanto del duo como de su entorno.

Con las considerables ganancias de estos temas Hazlewood intentó reforzar su sello LHI donde jugaba un papel importante su pareja de entonces Suzi Jane Hokom como productora y cantante y de hecho es ella la que canta la primera grabación de Summer Wine. Seguramente contrariado por los escasos resultados del sello y otros factores Hazlewood decide marcharse a Suecia y cortar con todo incluido su relación con ella.  Toda esta desazón se encuentra en su disco Requiem for an Almost Lady. Pese a su intento de pasar desapercibido sus nuevos discos y su bagaje anterior anclaron en muchos representantes del rock más post punk incluyendo versiones del Some Velvet Morning a cargo de Lydia Lunch y Rowland S Howard  Summer Wine por Gry/FM Einheit y Sand por Einstürzende Neubauten. Fue desde su retiro en España en los noventa cuando accedió a participar en el Meltdown Festival de Londres programado por Nick Cave ante una audiencia radicalmente distinta a las que podían ser dos décadas antes los televidentes del show de Ed Sullivan y a participar incluso en una tercera entrega en disco de Nancy&Lee.











miércoles, 26 de julio de 2023

Future is calling. Silberland - Vol 2 The Driving Side of Kosmische Musik 1974-1984


                                          



Bienvenido a Silberland, donde las calles están pavimentadas con luces estroboscópicas. Hogar de luces de neón, líneas rectas y caminos abiertos, esta fantasía futurista se fundó por primera vez a mediados de los 70, cuando la clase creativa de Alemania eligió la terapia musical para satisfacer su alucinación compartida de una nueva Europa. 

Con este texto, el sello alemán Bureau B nos presenta uno de sus últimos lanzamientos la recopilación Silberland The Driving Side of Kosmische Musik 1974-1984, un escaparate ideal para introducirse en su extenso catálogo con muchos discos inéditos o reeditados especialmente del sello Sky Records también radicados en Hamburgo. No sé si conscientemente o no el título puede remitir al tema Silberland  que Wolfgang Riechmann incluyó en su disco de 1978 Wunderbar, una mezcla de música planeadora más lúdica que la ceremonial berlinesa y la flamante música electrónica de Düsseldorf que en esos días empezaba a ver las primeras formaciones de la Neue Deutsche Welle que cogían el relevo del kraut rock en sus últimos momentos. La ciudad latía con exultantes veladas de la vanguardia artística bajo la luminotecnia estroboscópica de la discoteca Creemcheese, el "future is calling" que entonaba Klaus Dinger en La Düsseldorf y el jovial deambular en el Mercedes B 220 de Wolfgang Flür junto a su amigo Wolfgang Riechmann  quien malogradamente vería su trágico final ese mismo año cuando fue acuchillado en un bar de esa misma ciudad, un devenir digno de alguna película de Fassbinder que como otros cineastas captaron en el celuloide imágenes muy cercanas a estos entornos como pueda ser Wim Wenders resaltado por la fotografía de Robby Müller.

La línea "motorik" se ha hecho una de las señas de identidad más características de eso que se ha llamado Kraut, término que muchos de sus representantes siempre han repudiado. Itinerarios que alternan paisajes industriales y reflejos titilantes de ciudades con brumosos bosques o recónditos lugares como Wümme o Forst donde Faust o Harmonia se reunían para componer. Un rock psicodélico
que desde la improvisación evoluciona hacia una horizontalidad hipnótica y minimalista. Sus cimientos se identifican claramente en el Mother Sky de Can (1970), el Hallogallo de Neu (1972) o el Autobahn de Kraftwerk (donde el coche no solo contribuye a una evocación, sino que también constituye el propio instrumento musical) y en la reconducción de todo ello por el productor Conny Plank. Indudablemente, el ideario de la road movie norteamericana está en el retrovisor de todos estos músicos y cineastas alemanes que sin embargo, a su vez han marcado grandes influencias a posteriores lanzamientos de índole tan variada como  Theme for great cities de Simple Minds, Automotivation de Cabaret Voltaire o la excelente recopilación Nightlands (ver aquí anterior entrada), por no hablar de multitud de ejemplos del llamado post rock de los noventa, década que vió un inusitado interés por muchos de los artistas incluidos esta recopilación como es el caso de Harald Grosskopf, Cluster, Conrad Schnitzler, Moebius&Plank, Faust, Thomas Dinger (La Dusseldorf) o el pseudopop mutante de Asmus Tietchens y Pyrolator. Este redescubrimiento se  hizo también extensible en diferentes libros, de uno de ellos Future Days escrito por David Stubbs elijo este extracto muy ilustrativo de toda esta vibración e ideario del disco:

Al escuchar "Hallogallo", el tema que abre el álbum de debut de Neu! resulta tentador pensar que el dúo ya ha cumplido su misión. El principio "motorik" ha sido establecido de manera inmediata y para siempre. Este es el sonido del que Neu!, e incluso el krautrock en sí mismo, se han vuelto casi sinónimos para las generaciones siguientes. Podían haber hecho las valijas ahí mismo. Pero tocar sin un mandato y seguir haciéndolo guiados solo por el propio instinto y la falta de inhibición, como curiosos representantes de una nueva generación de músicos, los convertía en el sonido potencial de una nueva Alemania -moderna, abierta, en paz consigo misma-, palpitando con seguridad y optimismo lo que se avecinaba en el horizonte. No solo una nueva Alemania, sino un mundo nuevo, esperanzado, cromado, energético.


                                                         Conrad Schnitzler


                                              Cluster, entre lo idílico y lo maquinal

                                                                        Faust

                                                           Asmus Tietchens

                                                               Kurt Dahlke - Pyrolator



                                         
                                                       Composición de Gerhard Richter

                                  Secuencia del film de Wim Wenders Der Amerikanische Freund

viernes, 7 de julio de 2023

El resurgimiento de la cassette de la mano de Sarah Rasines y su sello Crystal Mine





                                   


Una de las mayores sorpresas que han acontecido los últimos años en el ámbito de la edición musical ha sido sin duda la vuelta del formato cassette. Esta recuperación se ha notado muy especialmente en los circuitos norteamericanos de música experimental, en gran parte reemplazando progresivamente el Cd-r y casi de una manera paralela también los porta studios también comenzaron de nuevo a verse en un considerable número de actuaciones de esta escena. En nuestro país sellos como Anòmia, Alku o Marbre Negre incluyeron este formato en algunas de sus ediciones y otros lo han hecho de manera exclusiva como Absent Tapes o Crystal Mine, el sello que dirigido desde Burgos por Sarah Rasines acaba de cumplir cinco años con nada menos que 133 referencias entre las cuales encontramos nombres como Agnès Pe, Mattin, Miguel A. García, Coàgul, Al Karpenter, Gaba, Nad Spiro o Johannes de Silentio entre otros.

Como punto de partida del sello se encontraba Sara's World, un trabajo conjunto de la propia Sarah Rasines junto a Sara de Umbría que al elegir la cassette como tarjeta de presentación de alguna manera estaban rememorando las cintas que grababan cuando eran pequeñas y a este respecto es bueno señalar que entre sus múltiples actividades de investigación, creación y divulgación encontramos talleres de autoedición de cassettes para niños, todo un reto y experiencia habida cuenta que una cinta o reproductor de cassette para un niño de hoy en día nada tiene que ver al de su niñez como se han visto en filmaciones donde los peques miran a través de sus ranuras o se los acercan a sus orejas en una nueva dimensión de inocencia de las que quizás nosotros también podemos aprender estableciendo un mutuo descubrimiento.

Uno de estos talleres tuvo lugar en Museo Vostell de Malpartida y de allí surgió el proyecto de la tesis doctoral que sobre la cultura de la cassette que Sarah está elaborando en la que varios de los que fuimos partícipes hemos sido consultados y en que aspectos como el anti copyright, intercambio, accesibilidad y su carácter lúdico y experimental de entonces sigue estando presente en su propio sello Crystal Mine cuya línea ajena a géneros musicales y personificados envoltorios musicales recuerda la calidez del sello Lucky Kitchen de la vecina La Rioja inactivo desde hace ya algún tiempo. La radio también le ha servido como vehículo de presentación de sus inquietudes y su acción personal seguro continuará con proyectos desde esa Oficina de Gestión de Ideas que creó en Burgos, basada en la planificación que hace unos años hizo Isidoro Valcárcel Medina. A ambos le une una gran inventiva de recursos.



                                        Diferentes ediciones de Crystal Mine
 

                                     Programas radiofónicos realizados en Radio Relativa


                                                                       Escultura sonora




domingo, 25 de junio de 2023

Eusebio Sempere. La música de los números que no existen



La música de los números que no existen es el elocuente título de una exposición que el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante dedicó a Eusebio Sempere con una serie de estampas caligráficas y litografías estampadas por su colaborador Abel Martín. Una muy buena ocasión para visionar gran parte de su obra  que fue absolutamente novedosa en nuestro país en la utilización de nuevos materiales y técnicas industriales en clara sinestesia con otras prácticas como puedan ser la arquitectura y la música. Pese a que él pudo encontrar en Valencia en los últimos años cuarenta artistas de gran analogía como puedan ser Juan Genovés o Vicente Gómez García, este último también con una gran conexión con la música, decide marchar a París, donde en 1955 expone sus relieves luminosos en el XI Salon de Réalités Nouvelles coincidiendo con la muestra Le Movement en la Galería René de París a la cual se le considera como el acto inaugural del arte cinético. Curiosamente en esta exposición todavía no se incluyó al que sería uno de sus máximos representantes, como fue el venezolano Carlos Cruz-Díez con incluso un museo dedicado a su trayectoria chromoscópica en la capital francesa; en ese mismo año vivía en El Masnou localidad barcelonesa al igual que Jordi Pericot otro destacado artífice del cinetismo y que también posteriormente se trasladaría a París, ciudad que acogía toda esta vanguardia artística como bien expuso de nuevo el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante en la muestra Luz y Movimiento con muchas obras donadas por el propio Eusebio Sempere.

En Madrid le surgieron dos encargos de lo más peculiar. En primer lugar, la decoración de un escaparate de El Corte Inglés, encargo que el centro comercial también le hizo a Cesar Manrique o Manolo Millares en 1963 el mismo año en que Sempere se traslada durante unos años a New York absorbiendo toques de pop y minimalismo. Años más tarde otro pedido no menos pintoresco, la decoración del escenario del Festival de la OTI  (1972) que se iba a celebrar en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid; en el fondo algo no tan inusual, pues en los decorados de los programas musicales televisivos de esa época se pueden ver mucha abstracción cinética. En esta ocasión simultaneando este desafío podemos encontrar a Eusebio Sempere como habitual a los seminarios de interactuación de arte y ciencia del Centro de Cálculo de Madrid, cuya colaboradora la corporación IBM le encargó el proyecto de una escultora móvil musical.




 







                                                                                               









                                 Eusebio Sempere y su escaparate para El Corte Inglés (1963)
                                                  
                                                   


Decorado de Eusebio Sempere para el Festival OTI, Madrid 1972
Actuación de Cláudia Regina&Tobias con Baden Powell