domingo, 29 de diciembre de 2024

Eduardo Polonio. Lo que no cesa


El fallecimiento de Eduardo Polonio es una irreparable pérdida que sentimos todos los que le conocimos y admirábamos por su cercanía y creatividad, siguiendo y explorando con enorme interés su trayectoria desde sus inicios en la música electrónica de los años sesenta en este país en que es preciso destacar, en especial para los menos familiarizados a estos segmentos de creación, que el terreno musical era un auténtico erial y a pesar de ello estuvo presente en los tres únicos lugares en que esta se podía experimentar como era el Laboratorio Alea de Madrid, los Estudios Phonos de Barcelona o el Gabinete de Música Electroacústica de Cuenca. Aún y así en los primeros ochenta inicia un distanciamiento de estos ámbitos acercándose a la escena más subterránea a través de grabaciones en sellos como Discos Esplendor Geométrico o más recientemente Luscinia o La Olla Express. 

Personalmente le conocí por primera vez en 1978 cuando su imponente figura atravesó una de las dos puertas de la tienda de Gay&Company en la calle Hospital para colocar en el tablón de anuncios el cartel de un concierto suyo en la Galería Mattisse. Le reconocí, pues en Disco Express había salido un reportaje sobre Música Electrónica Libre el dúo que tenía con Horacio Vaggione cuyo disco It le comenté había oído presentado por Carlos Tena en el programa Para Vosotros Jóvenes en Radio Nacional, era la primera grabación de música electrónica que oía hecha en España. Aunque deteriorado aún conservo el cartel y hace poco recuperé una reproducción de una foto de promoción del grupo. Más adelante visité su estudio en su domicilio junto a Víctor Nubla a quien le estaba masterizando su cassette Dance Music, ambos nos quedamos fascinados por sus sintetizadores y artilugios colocados en unas estructuras de mecano típicas de la época. 

A Eduardo Polonio le he dedicado en este espacio dos entradas que pueden ser revisadas al final de este texto, la primera de ellas dedicada a sus recorridos barceloneses con motivo del cd que grabó para La Olla Express que ahora quería de alguna manera ampliar a raíz de la convocatoria y homenaje que Wet Dreams y Morada Sónica han propuesto a partir del 50 aniversario de su pieza Me Voy a tomar el Orient Express y teniendo su testimonio de sus años vividos aquí y muchos otros más que nos dio en una cena que compartimos con Eli Gras. La otra coincidió con el más que recomendable libro que María de Alvear Editions publicó sobre su trayectoria y que bien podría haber servido para colocar su figura en una manera mucho más amplia como puede haber sido su inclusión en el disco Five Spanish Pioneers of Electronic and Experimental Music 1953-1969 editado por Sub Rosa en la que por cierto protagoniza la portada.

Por último recomendar lo que posiblemente haya sido el año pasado su última entrevista concedida a Ismael G. Cabral, uno de los mejores conocedores de su obra. En ella detalla el reciente lanzamiento de su libro Las Matemáticas, la música y el músico (yo) publicada por EdictOràlia  y el último trabajo de composición al que había titulado Lo que no cesa, su título es evocador en estos emotivos momentos y nos puede llevar acaso una trascendencia más allá del lugar, de su querido pueblo onubense de Valverde donde residía, cruce de caminos cercano a las minas al aire libre de Río Tinto que tanto atraen por su aspecto de Marte como los miradores de estrellas de la cercana Sierra de Aracena, un perfecto escenario para la música de las esferas celestes de Kepler que tanto admiraba. En su nocturnidad quien sabe si una estrella errante nos irradiará con su nombre.

Anteriores entradas:

Recorridos barceloneses de Eduardo Polonio

Eduardo Polonio, del serialismo al multimedia. Un subvolver exorbitante






miércoles, 11 de diciembre de 2024

Walter Evans, América en gelatino bromuro




El verdadero significado de la fotografía se perdió poco después de sus descubrimiento. El acontecimiento fue simplemente la vinculación de una cámara ya existente con el revelado y la fijación de la imagen. Semejante golpe de invención práctica fue un golpe indirecto que, en la práctica, estaba destinado a quedar ligado a la peculiar deshonestidad de la visión de su época. La segunda mitad del siglo XIX ofrece esa figura fantástica, el fotógrafo artístico, en realidad un pintor fracasado con un saco de trucos misteriosos. No es en absoluto una tradición muerta, incluso ahora, todavía se reúne en clubes para exponer imágenes de caminos brumosos de octubre, escenas de nieve, reflejos en el agua, muchachas con bolas de cristal. En estos grupos surge la protesta ruidosa y muy sospechosa de que la fotografía es un arte. Así, en una de las antologías que estamos reseñando hay una foto de un cadáver en un charco de sangre "porque te gustan las cosas bonitas".

Walter Evans el resurgimiento de la fotografía- 1931

En una ocasión David Lynch comentaba que hay cosas que no vería si no las fotografiara. Eso mismo le ocurría a Walter Evans el fotógrafo norteamericano que sin duda dejó huellas en su cinematografía sin ir más lejos en Eraserhead con todo ese paisaje industrial e interiores brumosos con música de Fats Waller. Walter Evans que por la noche trabajaba en un club nocturno ocupaba el día enfocando con su Contax II todas las zonas desfavorecidas de la gran depresión fotografiando la realidad aunque sea brutal, paseantes con miradas perdidas, vallas publicitarias, vitrinas de tiendas o fábricas amenazantes, todo ello disparando sin ver el visor y apenas tratando los resultados posteriormente en el cuarto oscuro. Los resultados no pueden ser más impactantes y distan enormemente de la insustancial saturación de imágenes de la que hoy en día estamos rodeados.



                                                  Pabst Blue Ribbon Sign. Chicago 1946

                                                                Christ or Chaos? 1946



                                                          Girl on Fulton Street

                                                            Blind mind in subway


                                                 Carl Sandburg singing and playing guitar


                                                          Church organ, Alabama 1936

                                                        Message from the interior

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Escupemetralla se atreve con todo


La añeja portada del disco podría ser de La Principal de La Bisbal, pero no, se trata de Escupemetralla el dúo barcelonés que con su cáustica electrónica se atreve con todo hasta incluso metamorfosearse en una cobla. Los temas no pueden ser más elocuentes La Santa Espina, Aromas de Montserrat y L' essència de la catalanitat, todos tienen una versión en vídeo y concretamente este último nos trasmite la mística del lugar acentuada por una de las escolanías más antiguas de Europa, por no hablar de la reverberación de las montañas del Timbaler del Bruc que hicieron huir a las tropas napoleónicas y la creencia del lugar como uno de los centros magnéticos del mundo que ha llevado en el pasado siglo a buscadores del Santo Grial o lugar de buscadores de ovnis. Ante esta transcendencia y solemnidad la vigilia musical de Escupemetralla se hace discordiana y merece más que nunca que entraran en The Church of Subgenius entre cuyos miembros están algunos de sus más admirados artistas. Cataplasmes de Catalunya apunta a los personajes más infames de la política y economía catalana de las últimas décadas con la misma procacidad que en los ochenta y primeros noventa aparecían en su programa Escuela de Sirenas en Radio PICA o en los pasquines del BOES. 

Tras un periodo de inacción en 2017 Escupemetralla volvieron al igual que hicieron KLF otro dúo con grandes paralelismos de nihilismo cósmico un cd (Poison of dead sun in your brain slowly fading) en el sello Novak anunciando retro transmisiones del futuro datadas en 2025 año en el que nos acercamos. Durante este tiempo al igual que ocurre con La Santa Espina sus temas han tenido extensiones en vídeo realizadas por ellos mismos con un cariz a veces lindando lo paranoico crítico. Muchas de ellas son recreaciones extrañas y distorsionadas de lo más variopinto: desde Small Faces o los primeros Pink Floyd a las que han aparecido este año como la reinterpretación de la versión de GG Quintanilla del Tómame o déjame de Mocedades donde la imagen deformada de su cantante Amaya se funde con lo que podían ser Los Altos Hornos de Vizcaya en la plena actividad de entonces o el META63BX basado en el Metamatic de John Foxx, siguiendo la línea de otras "perversiones" anteriores como Esplendor Geométrico, Cabaret Voltaire o Zoviet France.








miércoles, 6 de noviembre de 2024

Un recorrido del sello EGK tras resurgir con la cassette de Marcelo Expósito The Lost Tapes



Al hilo de la anterior entrada dedicada al mundo de la edición de cassettes en Estados Unidos, recogida en un film de William Davenport editor por entonces de la revista Unsound en los primeros ochenta, bueno sería recordar la aparición reciente de una cassette por un gran seguidor de esa publicación como es el caso de Marcelo Expósito bajo el título de The Lost Tapes publicada este año en EGK. Una muy atractiva portada con anotaciones de composición (velocidad y reverse) nos presenta dos evocadoras piezas, Eco de la Tierra y Emisiones de la Noche Roja grabadas entre 1983 y 1988, un material que tras una muy restringida difusión permaneció perdido durante un largo tiempo hasta que el pasado año fue encontrado accidentalmente y que su autor apunta como música ruidista conceptual. Marcelo hace en el interior de la cassette un amplio recorrido por su trayectoria en esos años con gran protagonismo de su fanzine Experiencias y el sello de cassettes Necronomicón. A cualquier interesado en ampliar información sobre ello le invito a visitar la entrada que este espacio le dedicó hace nueve años y recomendar el extenso documento que le dispensó el RRS-Radio del Museo Reina Sofía en Madrid.

The Lost Tapes, es la edición número 23 de EGK, toda una agradable sorpresa este reencuentro con un sello surgido en 1986 de la mano de Andrés Noarbe quien casi simultáneamente había creado Discos Esplendor Geométrico junto a Gabriel Riaza. La vibrante escena española de cassettes surgida en ese momento, que es también nombrada por el propio Marcelo y Mattin en esta edición, verá en este sello un aparador excelente acorde a la gran proyección que Esplendor Geométrico comenzaba a tener y de hecho ellos protagonizan el primer lanzamiento con temas inéditos de sus comienzos en 1980 y 1981 y también el segundo, la legendaria EG-1. Sin embargo, la línea musical del sello extendida durante un trienio no era solo el sonido industrial adscrito al duo madrileño, abarcaba también exploraciones en el terreno del collage sonoro, tratamiento de cintas o grabaciones de campo como muestran por ejemplo los trabajos de Rafael Flores, 32 Guajar's Faragüit, La Otra Cara de un Jardín o Francisco López. La efervescencia editora de sellos en la capital se extendería de manera considerable y así después de las autoediciones de Septiembre Negro o Interacción surgen sellos como IEP de la mano de Luis Mesa, Proceso Uvegraf de Juan Teruel y Toracic Tapes de Miguel A. Ruiz al quien también encontramos en dos referencias de EGK.

Toda la gente que nos movíamos en Barcelona teníamos una relación muy estrecha con Andrés Noarbe quien estaba muy al tanto de nuestras producciones, algo que originó lanzamientos en Discos Esplendor Geométrico del Sampler 4 Grupos de Barcelona, Avant Dernière Pensées, Macromassa y ya en formato de cassette EGK lo haría Víctor Nubla, Doenado el Ur (Metakrilato Registrado) o un directo de Camino Al Desván con quienes desde nuestro sello Ortega y Cassette a su vez publicamos una segunda edición del EG 1 o de los antes mencionados 32 Guajar's Faragüit o La Otra Cara de un Jardín, un ejemplo del dinámico intercambio de producción que había en la época por cierto muy superior al actual. Mencionar por último los lanzamientos foráneos de EGK de gente tan relevante como Conrad Schnitzler o De Fabriek que igualmente ocuparon lanzamientos en disco. La inclusión de estos nombres demostraba el conocimiento e interés de Andrés de una escena internacional muy concreta cercana al minimalismo industrial y a su vez el contagio de estos por un sello en que la modernidad que impregnaba en el país era sobrepasada con su vanguardismo y transgresión.


                                       Rafael Flores - Manual de Persistencias

                                                32 Guajar's Faragüit Progamarrax








                                Camino al Desván. Actuación en Transformadors

                                                    Conrad Schnitzler Con'86




miércoles, 23 de octubre de 2024

William Davenport, Unsound and The Great American Cassette Masters







Para todos los que participamos en la creación y edición de cassetttes en los años 80 la escena norteamericana era sumamente atractiva. Nosotros desde Ortega y Cassette teníamos un contacto especial con el sello Trance Port Tapes de quienes distribuíamos algunos de sus lanzamientos y ya posteriormente  en el programa de Los Silencios de la Radio se emitirían cassettes de sellos tan significativos como Cause and Effect o las auto ediciones de The Church of the Subgenius o Negativland. En una época sin internet ni podcast y en que la radio tenía una cobertura local todo este material era posible seguirlo a través de fanzines y revistas que muchas veces llevaban puntuales recopilaciones de gran parte del material que aparecía en sus sumarios. Sin duda una de las más destacadas era Unsound dirigida desde San Francisco entre 1983 y 1987 por William Davenport con la ayuda de Christopher Rankin y Tamara F, los dos primeros integrantes del grupo Problemist con un disco publicado en el legendario sello Sordide Sentimental. Como curiosidad entre los contactos frecuentes que aparecían en sus números se encontraba el fanzine Trepidación dirigido desde Terrassa por Santi Palos o el programa Dràstics Plàstics presentado por Rosa María Puerto en Catalunya Radio, algo que hoy sería impensable.

Toda esta ebullición creativa se puede apreciar en el film The Great American Cassette Masters que el propio William Davenport dirigió hace cuatro años que se añade a su filmografía como documentalista. El espectador verá desfilar entre otros a varios de sus artífices más destacados como Debbie Jeffe (Viscera), Little Fyodor (Wall of Genius), Al Margolis, Randy Grief, Joel Haertling (Architects Office) y Zan Hoffman con su impresionante colección de cassettes quien ha efectuado varias visitas en España como demuestra un momento del film con una actuación suya en Galicia o con la cassette de Interacción que aparece justo detrás de él. Todas estas intervenciones inciden que el espíritu del "do it yourself" que generó el punk alcanzó en la llamada cassete culture relacionada estrechamente con la segunda oleada de música industrial las más altas cotas de imaginación y producción asociadas a novedades del medio como las doble platinas o los porta estudios. También se puede apreciar en comparación con la escena europea un mayor eclecticismo más distendido y con cierto humor negro.

           Problemist (Christopher Rankin, William Davenport, Mario Bajandas), 1982. 






       
                            Selección de portadas de la revista Unsound (1983-1987)






             Páginas representativas de la revista, la última su editorial de despedida






The Great American Cassette Masters: Zan Hoffman, Little Fyodor, Debbie Jeffe, Randy Grief y Joel Haertling.