viernes, 30 de diciembre de 2011

SIMON REYNOLDS- Retromania


El pasado mes tuve la noticia que Pop Group iban a actuar en Barcelona, una reunión más de las numerosísimas que podemos ver en festivales como el ATP o el Primavera Sound como es en este caso; repaso el resto del cartel y veo a gente de la llamada "hauntología" como Gary War o John Maus, los cuales me invade la curiosidad de ver y más en el entrañable Teatre de la Aliança del Poble Nou, todo junto un arrebato total de nostalgia. Pues bien tal posibilidad se fué al traste cuando te enteras que todas las entradas en forma de abonos de 150 euros yá están vendidas. Un ejemplo ilustrativo semejante a lo que apunta Simon Reynolds en su libro de que muchos grupos insignes de lo que fué el post punk cobran mucho más hoy en día que en sus momentos de mayor gloria, lo que deriva evidentemente que su público que puede pagar esos precios no es el mismo, como ejemplo nos cita la vuelta de otro de los grupos militantes Gang Of Four en que los vé en un Hard Rock Café, ambos grupos son habituales en festivales en que muchos grupos se convierten en los propios "curators" que seleccionan el cartel, como bien dice el subtítulo del libro, adicción de la cultura pop a su propio pasado.

La retromanía en música no es algo nuevo, pero nunca ha tenido tanta intensidad llegando como apunta el libro a la recreación no solo de grupos sino de eventos como los conciertos de la era Ziggy Stardust de David Bowie, el mítico concierto de los Cramps en un instituto mental o hasta incluso el Concerto for Voice&Machinery de Einsturzende Neubaten en el ICA londinense; más inaudito es si cabe la recreación de lugares como el legendario CBGB en forma de diorama.

Leyendo el libro evidentemente uno tiene la certeza de que el el pop se ha comido a sí mismo y desde luego parece que el rock&roll nunca muere y yá van siendo años, tantos que originan montones de museos-mausoleos y no solo en la parte "mainstream", los museos de arte moderno ahora regentados por directores en la frontera de edad de los cincuenta padecen una fiebre archivadora considerable como por ejemplo toda toda la producción paralela a los discos de Throbbing Gristle (cassettes, posters, publicaciones), otro de los de los grupos resucitados que en su vuelta a los estudios para grabar optan por una readaptación del disco de Nico "Desertshore", deberían considerar las palabras de un blog que les rinde tributo en su nombre, 20 Jazz Funk Greats:"Cuando los sonidos pasados suenan más futuros que los presentes, el revival se hace progresivo".

Los fantasmas de futuros pasados que impregnan gran parte de los grupos "hauntologistas" ocupan parte de lo que el considera futuro, pero aquí de nuevo nos encontramos con una extraña mutación del post rock más tardío, si estos reverenciaban el krautrock alemán, los actuales parecen extraídos del catálogo de Sky Records, es decir la misma evolución que tuvo en Alemania tres décadas después.

Ante tal panorama los críticos musicales ya casi no nos descubren ningún grupo ni corrientes nuevas en sus libros, Simon Reynolds sabedor de esto abunda más en la parte sociológica, conectando todo tipo de cosas en la línea de gente como Simon Frith o Diederich Diederichsen. Anteriormente había escrito Rip it Up an Start Again sobre el post punk entre 1978 y 1984 (su época musical favorita) y "Después de la Música" su único libro traducido al español por la muy recomendable editorial argentina Caja Negra que pronto editará Retromanía, un brillante y entretenido análisis de la cultura del recuerdo y el reciclaje.

Como ilustración de todo, un video de Ariel Pink en que parecen poseídos por Nazz y la cuadratura del círculo: la recreación del futurista Pabellón Philips, incluído el Poème Electronique de la Exposición Universal de Bruselas de 1958 creado entre Le Corbusier, Edgar Varèse y Iannis Xenakis recreado recientemente en Turín ( como curiosidad al final aparece asombrado Andrés Lewin-Richter que había sido asistente de Varèse).







jueves, 22 de diciembre de 2011

DE LA PULCRA CENIZA - El Gorrión Lunar







"Un gorrión blanco cuyo aleteo nocturno produce la escarcha: tambores sumidos en el sueño; el fondo de un río transparente tapizado de relojes parados".

Son párrafos extraídos de la escritora Delia Zavala, de una obra inacabada debido a su temprana desaparición y que ahora Ediciones de la Pulcra Ceniza han rescatado junto a sus dibujos bajo el título de El Gorrión Lunar, el noveno lanzamiento de su colección Libros de La Micronesia.
Los páramos desolados y las explotaciones desoladas eran parte del paisaje que rodeó siempre a Delia Zavala cuando llegó a El Bierzo a ejercer como profesora y se manifiestan claramente: "He vuelto a ver la pisada ungulada del invierno atroz en el viñedo..., primer movimiento de uno de sus libros como también este otro: "Pasado el terraplén de madreperla y nácar una pared de luz alza su pecho de doncel espigado".

La Delia que vislumbro la emparenta a Teresa en el Espíritu de la Colmena, escribiendo en un pueblo segoviano en soledad a destinatarios inciertos y al final le llevó a contactar con algún representante del mundo de los coleccionistas y bibliófilos, destino habitual para este tipo de artistas cuyo retiro social y geográfico le impidió por ejemplo el reconocimiento de Carmen Laforet, que también conoció el la podredumbre de su entorno.

El Gorrión Lunar se presenta, como en todos los lanzamientos de Los Libros De La Micronesia en formato de caja CD, me recuerda de alguna manera las que hicieron el grupo Soviet France y cuida como siempre al máximo la producción, constantes entradas en imprenta con pruebas de impresiones y papeles pulidísimos, aparte de la gran precisión de troquelados, todo ello en ediciones muy limitadas que casi le dán un carácter críptico y cuya distribución, al igual que le ocurrió a Delia Zavala, apenas se pueden encontrar en librerías salvo la del CCCB o Tres Rosas Amarillas.

La edición De La Pulcra Ceniza corresponde a Juan Miguel Muñoz escultor con varias exposiciones, que un poco desencantado con el mundo de las galerías creó esta editora en 1995, paralelamente ha seguido trabajando en otros proyectos como la "Biblioteca Fósil" , un fondo de libros en estado mineral o "El Triunfo de la Maleza" intervenciones con formas vegetales en el comienzo de algunos de sus libros, de ellos adjunto alguna ilustración y también de alguna lectura que realizaron.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

KOJI ASANO- SOLSTICE ECLIPSE, POLAR PARLIAMENT






Koji Asano y Alain Wergifosse, stalkers en Collserola



No ha sido un año fácil para Koji Asano debido al terremoto que sufrió Japón a principios de año y toda la incertidumbre posterior, pese a estos contratiempos ha sido capaz en este tiempo de grabar dos de sus mejores discos en una prolífera trayectoria que cuenta ya con más de cuarenta referencias en su propio sello Solstice, alternando siempre diferentes estilos: música electrónica, de cámara o "field recordings" como fué en el caso del anterior "Galaxies".

En este caso el sonido es más industrial aunque de diferente estilo entre los dos, Solstice Eclipse es más introspectivo con fondos de una intensidad y evocación que emparenta en estilo y espíritu a Maurizio Bianchi, mientras que Polar Parliament es más "drónico" con apariciones de ruídos metálicos especialmente en su fantástico segundo tema. Las imágenes de las portadas (siempre fotos del propio Koji) también te sugieren este escenario, de hecho la se Solstice Eclipse diría qué es del puerto de Barcelona, donde vivió durante los primeros años de la pasada década, período al que pertenece la foto junto a Alain Wergifosse.

Más información de Koji Asano, incluyendo muestras de estos dos discos lo puedes encontrar en la siguiente dirección:

viernes, 2 de diciembre de 2011

RENÉ DAUMAL





Hace pocos meses la editora barcelonesa Cabaret Voltaire ha rescatado a René Daumal una de las figuras clave del malditismo literario francés con su libro La Gran Borrachera (1938), uno de los pocos libros que nos dejara debido a su temprana muerte a los 36 años. Su vida ciertamente fué corta pero intensa, como muestra su adolescencia en que alternaba la práctica del ciclismo con experimentos de auto asfixia para experimentar sobre los límites de la conciencia. Pronto llegarían sus primeros poemas a través de la revista Le Gran Jeu núcleo del movimiento de Los Silmplistas, quienes comenzarían una serie de disputas con los surrealistas de Breton con quien sin embargo compartían gran afinidad con el ocultismo.
Como muy bien apunta Javier Bassas en el prólogo del libro, la revelación le llega a Daumal a través de una experiencia narco-iniciática que pronto abandonará cuando se introduce en el pensamieto de Gurdjieff que influirá claramente en su libro el Monte Análogo.
Me extraña que con la gente con que se ha emparentado a René Daumal no figure Raymond Roussel con quien comparte un poder de lenguaje en que la palabra iniciática te lleva a caminos invisibles o fantasmáticos, como estos extractos que he seleccionado sobre música o más bien de los sonidos incomprensibles que siempre han reverberado en él desde sus primeros experimentos; antes de pasar a ellos decir que Daumal ha influído en músicos como el pianista de jazz canadiense Al Neil (de el son las dos composiciones en color), Patti Smith que hace poco realizó un corto sobre él o Gary (Valentine) Lachman del que adjunto un artículo.

Sobre la viscosidad del sonido. Los sonidos se despliegan sobre las superficies, se deslizan sobre los parqués, se cuelan en las cañerías, se aglutinan en los rincones, se rompen en las puntas, llueven sobre las mucosas, hormiguean en los plexos, se encienden sobre pelos y revolotean sobre pieles como aire caliente sobre las praderas en verano. Hay batallas aéreas de ondas que se repliegan sobre si mismas, adoptan movimientos rotatorios y se arremolinan entre el cielo y la tierra como el lamento indestructible del suicidado que, a medio camino en su caída de un sexto piso, de repente ya no se quería morir. Hay palabras que no llegan a su destino y que forman bolas errantes, infladas de peligro, como el rayo cuando ha veces no ha encontrado su objetivo. Hay palabras que hielan...

La puerta giró silenciosamente y nos encontramos en el Paraíso ¡Qué luz! ¡Lustrosas lámparas! ¡Molduras doradas! Papel pintado que parecía una verdadera tapicería; sofás hondos como carretas, cubiertos de torrentes de seda artificial; fuentes luminosas que repartían verbena, camomila, menta, naranjada, limonada, con vasitos en metal plateado, ¡más ligero que la plata maciza y más cómodo! Y todo esto por nada, estaba al alcance de los labios. Bibliotecas con catálogos eléctricos y distribución automática. Pupitres en contrachapado con fonógrafo, T.S.F. y cine sonoro individual. Brisa de pachuli. escarcha de glicerina, que no se evapora, sobre hierba de papel parafinado, que no se marchita.
Ángeles de látex,inflados con hidrógeno, flotaban entre las cataratas de luz oxídrica, meneando con sus tiernas manos arpas eólicas de las cuales nevaba el murmuro de valses vieneses y alegres cantos militares; en resumen, de todo para todos los gustos.