Es sorprendente la profusión que durante este año está teniendo gran parte del material de música electrónica y experimental que vivió este país durante los ochenta. Sin duda uno de los lanzamientos más esperados es este Golpea tu cerebro: Spanish Underground Cassette Culture 1980-1988 que se presenta con una cuidadísima edición dentro de una caja que contiene dos lps. y un impagable libreto de 52 páginas, siendo la primera referencia del sello Insane Muzak (un tributo a un tema de La Otra Cara de un Jardín) dirigido por Alex Carretero, un incansable rastreador que bien sabe del alto nivel creativo de toda este movimiento y que tanto entonces como hoy merece un considerable interés.
Muy a tener en cuenta es que nos encontramos ante una selección en que esta escena está representada por algunos de sus intérpretes o composiciones más extremas o si se prefiere ruidistas, ya no tanto por su indudable contagio de música industrial sino también por que son resultado en muchos casos de geniales alteraciones de la propia cassette alterando o modificando sus mecanismos a base de retroalimentaciones o cambios de velocidad y aprovechando también novedades de la entonces incipiente miniaturización tecnológica como las grabadoras de cuatro pistas o el propio walkman. Los pocos sintetizadores presentes, están en las antípodas del emergente por entonces MIDI sin el autoacompañamiento de rigor casi imposible ante larguísimos retardos y efectos. Destacar también la disponibilidad de magnetófonos muchos de ellos en el propio habitat familiar que ve aturdido estos sonidos de desarraigo y estrépito que causan el entusiasmo de estos jovencísimos intérpretes que además no necesitan pasar por ningún estudio de grabación; como dice el lema de Oh-Casio-On, en casete y en casita.
Esta escena constituye realmente el primer movimiento do it yourself en España apenas elaborado antes en el contexto histórico del punk. La amplia red que el movimiento Home tape work estaba teniendo a nivel internacional facilitó muchísimo el intercambio y la distribución de todo este material que en muchos casos alcanzaba la tirada de 300 ejemplares, siendo reseñados por publicaciones o radios no solo especializados sino también de ámbito más general como fue la semana entera del Club de los Ruidos en Radio 3 en hora de máxima audiencia o columnas fijas en la revista Rockdelux cuyos concursos de maquetas fueron copados por algunos de los protagonistas en este recopilatorio.
Añadir que pasando las páginas del libreto nos encontramos con un grafismo de artworks espontáneos de herencia muy dadaísta, collages ultraístas en que presientes rumores de máquinas y laboratorios clandestinos, un trabajo artístico alejado del gusto de museos y galerías (con excepciones como el Espacio P) que bien se podría emparentar con los collages de José Val del Omar quien ya en 1970 hablaba del término Cultura del Casete en una disertación en Madrid. Este desinterés en círculos artísticos ahora parece revertirse a través de algunas exposiciones y en los últimos años ha tenido una sorprendente continuidad a través de sellos locales como Anòmia, Alku, Marbre Negre o Absent Tapes.
La Otra Cara de un Jardín en su segunda edición por el sello Ortega y Cassette