Había algo etéreo en la manera de tocar de Johnny Hodges, algo inexplicable y perfectamente sensual. La sensualidad en estado puro, desprendida del cuerpo. Las esquinas de la habitación se modificaban redondeándose, como efecto de la música. Ahora Colin y Chloé reposaban en el centro de una esfera.
Boris Vian, L'Écume des jours
La cámara de Doisneau enfocando tanto musícos o cantantes reconocidas como anónimos ambulantes (Arriba Pierre Schaeffer y Juliette Gréco)