sábado, 28 de febrero de 2015

The Damned, progresivamente divertidos



En unas recientes declaraciones a la prensa holandesa Captain Sensible de The Damned recordaba la ilusión que le hizo tocar por primera vez en el Melkweg de Amsterdam en 1977, la misma sala donde antes habían tocado una de sus bandas favoritas Soft Machine, este tipo de debilidades quedaban casi ocultas por la ortodoxia punk pese a que gran parte del  movimiento estaba impregnada de ellas, sin ir más lejos Johnny Rotten con Can o Magma. Treinta y ocho años después, nada más y nada menos, The Damned han vuelto a tocar en el Melkweg durante el Grauzone Festival en que compartían un apabullante cartel que incluía entre otros a The Fall, D.A.F. y Michael Rother de Neu, otra debilidad de Sensible hasta tal punto que le llegó a mandar una carta como fan.

Pese a ser más conocido como bajista, Captain Sensible es de hecho un multiinstrumentista, el primer instrumento que tuvo Captain Sensible en su infancia fue un órgano bontempi con el que quería imitar a Brian Auger, poco después vino su casi obsesión por Syd Barrett a quien querían localizar como fuera en su retiro para que les produciese un disco, al final tuvieron que conformarse con Nick Mason quien les produjo su segundo álbum Music for Pleasure, cuyo último tema You Know incluye el saxo de Lol Coxhill con quien incluso llegaron a tocar en alguna actuación. Posteriormente The Damned tendrían otra colaboración estelar proveniente del llamado rock progresivo como fue Robert Fripp durante la grabación de su disco Strawberries que luego fue rescatada en su single Fun Factory, un título que define perfectamente lo que fue el grupo, una factoría de diversión en que la deshinbición de Sensible le hacía disfrazarse con pintas de lo más variopintas e incluso a aparecer desnudo tocando, todo este desparpajo les convertiría en una propuesta muy apreciada en muchas escenas como por ejemplo en la californiana, sin olvidar por eso connotaciones sociales o políticas como el single que Captain Sensible grabara para Crass Records.

Esta entrada está dedicada a Cheity Chinook, quien tan buenos momentos nos hizo pasar escuchando a The Damned en su casa.


                                        Marc Bolan y Dave Vanian en 1976, año de relevos

                                         Captain Sensible, su single para Crass Records

                                                  Pintada en el Masque de Hollywood

                         Durante la grabación de Music for Pleasure. Lol Coxhill a la izquierda

                                           Robert Fripp durante las sesiones de Strawberries

Impagable aparición de Captain Sensible bromeando sobre John Cage en la tira de comic Emily The Strange donde Emily utiliza micrófonos de contacto sobre las tumbas.

                                                          Grauzone Festival 2015

 Cheity Chinook rememorando la adquisición del primer disco de Damned a sus 14 años



lunes, 16 de febrero de 2015

JAVIER HERNANDO Límite radioazulado



Anunciaros la reciente edición de mi último trabajo Límite radioazulado, editado en formato digipack conjuntamente por Geometrik y Urafonia, este último un sello personal que he creado para rescatar algunas grabaciones dispersadas en diferentes formatos.

El Cd es el resultado de una selección de grabaciones efectuadas entre 2011 y 2013, que ha contado en su presentación con imágenes de Chema Alvargonzález de su serie Diálogos en Blanco y con la masterización de Juan Carlos Blancas que ha tamizado perfectamente todas las texturas surgidas de los sintetizadores y efectos. El diseño, una vez más, ha sido de Angel Lalinde.

Límite radioazulado me ha llevado a unas derivas electrónicas traspasadas por túneles de escarcha, un crepitar de fosforescencia y a encontrar en el camino al pensador del radar captando emanaciones de remotas irradiaciones, Querencia podría ser el lugar.

Buscando sinestesias e identificaciones las he encontrado en habituales compañeros de viaje:

Vi las cabezas absortas en cenizas industriales
Yo vi el cansancio y la ebriedad azul.
A la audición del mundo bajo una piel
trabajado por dedos silenciosos.
(Antonio Gamoneda)

Alucinante luz en que la luna une la encina blanca desde el cieno al cielo, donde el hielo resplandece azul en un silencio alucinado.
(Juan Eduardo Cirlot)

The silence fell heavy and blue in mountain villages, pulsing mineral silence as word dust falls from desmagnetized patterns.
(William Burroughs)


                                      Chema Alvargonzález de la serie Diálogos en Blanco

                                      Querencia, transmisiones en un silencio alucinado

                                                    Urafonia logo por Angel Lalinde


martes, 3 de febrero de 2015

EL CEBO Ladislao Vajda



Un reciente pase televisivo nos ha dado la oportunidad de ver esta coproducción hispano suiza dirigida por Ladislao Vajda, un director de ascendencia húngara que dió sus primeros pasos en el cine mudo austriaco como montador y que tras varias vicisitudes creadas por la Segunda Guerra Mundial le llevó a trabajar en España hasta su muerte en Barcelona en 1965, este origen impregna claramente a la película una estética de expresionismo alemán y también algo de cine nórdico, algo inaudito en el panorama fílmico de aquí marcado claramente por un costumbrismo, aún incluso en algunos de sus títulos más destacados.

El film con una olvidable banda sonora, tiene sin embargo unos interesantísimos recursos de uso de sonidos fuera de campo en varias de sus escenas. Otro elemento a destacar es la perversa utilización de la niña por el detective que casi la emparenta con el asesino, todo ello en el universo del bosque que tantos cuentos infantiles ha generado, esta dualidad la emparenta a películas como La Noche del Cazador o M, El Vampiro de Düsseldorf esta última sobre todo por el aspecto del asesino, una grotesca figura que bien podía figurar en algunos de  los cuadros de Friedrich Dürrenmatt, autor del libro en que se basa la película y que también es responsable de su guión.




                                                  Diferentes fotogramas de El Cebo
                                             
                                                          Cartel alemán del film


                                         La Torre de Babel pintada por Friedrich Dürrenmatt