jueves, 21 de diciembre de 2023

Horta helicoidal y esférica. Accionar lugares abandonados y subterráneos



Las citas anuales del Open House en Barcelona constituyen una buena oportunidad para descubrir muchos espacios cuya entrada al público está restringida. En la pasada edición, tras desistir de hacer una cola de más de dos horas para visitar el refugio antiaéreo del Palau de les Heures y añorar su café y restaurante, me dirijo sin abandonar Horta al barrio de la Clota para visitar la reconstrucción del Pabellón de la República que nunca había visitado por dentro. Entre los visitantes un arquitecto con acento francés al ver el patio interior pregunta al guía si allí se hace alguna actividad artística o concierto, ante su desconocimiento le comento que no y él se queda sorprendido pues acaba de venir de otro lugar muy cercano del que se ha quedado admirado de sus posibilidades y que me recomienda visitar, se trata de un depósito en desuso con una inmensa rampa helicoidal descendiente que en la actualidad el ayuntamiento utiliza para almacenaje de la más variada procedencia. El enclave es de lo más sugestivo, recuerda mucho al mundo subterráneo que se encuentra Antonio Casal en la película La Torre de los siete Jorobados de Edgar Neville y tendría grandes posibilidades para acciones, instalaciones o conciertos. Durante años su exterior pasaba desapercibido con una pintada con la intrigante inscripción "la llum s'atansa"  que se ha ido posteriormente alterando.

Recuperar el patrimonio industrial ha costado su tiempo en nuestro país y en muchas ocasiones ha llegado tarde. En el mismo barrio de Horta estuvo presente dos inmensos esféricos de gas que popularmente se conocieron como els ous d'en Porcioles en referencia al alcalde franquista de la época. Poco después de un incendio en sus alrededores de Collserola se decidió cerrarlos y se habló entonces de convertirlos en un restaurante o discoteca, algo que no prosperó y antes de su demolición aconteció en 1988 Acció Plástica en Gegant, una acción y poema visual con el título de Els ulls del paisatge con gran presencia pirotécnica y musical a cargo de Enric Les Palau y Sergi Caballero en un momento de transición entre Los Rinos y Jumo. Hasta su definitiva demolición, una huella palpable de este evento eran unos enormes ojos pintados en cada uno de los esféricos en homenaje a Joan Brossa que parecían sacadas de las cabezas de los Residents.

Las ciudades presentan bajo nuestro pies inauditos lugares, descensos a refugios o a posibilidades de fuga. Will Hunt escribe en su libro Underground. A Human History of the Worlds Beneath our Feet: "El subsuelo es nuestro paisaje fantasma que se extiende siempre oculto bajo nuestros pies. Cuando describimos algo como subterráneo -una economía ilícita, una rave secreta, un artista por descubrir- normalmente no estamos hablando de un lugar, sino de un sentimiento: algo prohibido, tácito o más allá de lo conocido y lo corriente".




                                                  

                                                    


                                          Entrada e interior del Cilindro de Horta     

                                                  





    Acción de Gegant en los depósitos de Horta. Foto Pep Costa El País 

  Escena de la película La Torre de los Siete Jorobados. Edgar Neville 1944

viernes, 1 de diciembre de 2023

Vicente Escudero bailando al ritmo de los motores eléctricos





                                            Pintura del propio Vicente Escudero

Quien quiera acercarse al muy recomendable libro Coreografiar lo Invisible - Danza, arte y esoterismo en los albores del siglo XX publicado por Sans Soleil Ediciones se encontrará con un conjunto de textos en que la danza a través de la liberación de los cuerpos conjura a la naturaleza recuperando y transmitiendo lenguajes arcaicos. Uno de sus capítulos lo ocupa el bailarín Vicente Escudero quien buscó esta inspiración en las Cuevas del Sacramonte poco antes de recalar en el París de los años 20 del siglo pasado, donde vivió en el edificio que había albergado el legendario Café Le Chat Noir codeándose con gran parte de la vanguardia artística como el mismísimo Man Ray que lo inmortalizó en una fotografía. Esta impronta se puede leer en este extracto de su libro Mi baile y otros textos en el que también nos narra un sueño que tendría su trascendencia:

Durante mi fiebre pictórica estaba tan influido por todas las teorías nuevas que me pasaba las noches sin dormir y cuando lo hacía mis sueños estaban también sugestionados por ellas. Así, una noche soñaba que bailaba con el ruido de los motores y al poco tiempo lo convertí en realidad, llevándolo a escena de la sala Pleyel, de París, en un concierto que presenté un baile flamenco-gitano, con el acompañamiento de dos dinamos de diferente intensidad. Yo a fuerza de quebrar la línea recta que producía el sonido eléctrico,compuse la combinación rítmica-plástica que me había propuesto por voluntad y que para mí representaba la lucha del hombre y la máquina, de la improvisación y la técnica mecánica.

Para bailar al ritmo de los motores eléctricos se hizo construir unas castañuelas de aluminio y bronce, pero también lo hizo en New York con un riguroso silencio de fondo, casi dos décadas antes de que lo hiciera Merce Cunningham. Este singular baile con piezas sin música con solo zapateado, silbidos, respiración y chasquido de dedos adquiriría gran protagonismo en la banda sonora casi electroacústica del film Fuego en Castilla de José Val Del Omar donde a Escudero más que verlo lo intuimos a través de sus estallidos y sombras.

                                                   Fotografía de Man Ray

                                         Portada de su disco con foto de Richard Avedon

                                                        Interior de la revista Life 1955



Tórtola Valencia, la otra gran leyenda de la coreografía áurea española del siglo XX. Ambos se retiraron en Barcelona.




Dos momentos del rodaje de Fuego en Castilla (1961) de Jose Val del Omar


Extracto donde se puede apreciar las sombras y sonidos de Vicente Escudero

jueves, 2 de noviembre de 2023

Obsolescencia altermoderna. Ben Roberts rebobinado



La pasada edición del Festival Lem no puedo empezar mejor con un concierto en L'Auditori  del Museu de la Música a cargo de Nuno Rebelo y Ben Roberts, un británico residente en Madrid desde hace ya bastantes años, al que le seguía la pista de una manera algo fugaz a través de actividades que organizaba el Grupo de Resistencia Sonora de Madrid. Me atraían sus fotos en que aparecía rodeado de añejos tocadiscos y todo tipo de soportes obsoletos como bobinas de magnetófono, minicassettes o cartuchos de 8 pistas que recordaba los almacenajes de objet trouvé de otro Ben, el artista Fluxus Ben Vautier. Todo este material pudimos verlo maniobrar y recuperar en su concierto bajo forma de hipnóticos bucles sonoros y desconcertantes voces provenientes de sus hallazgos que nos transmite con devoción. Para completar su intervención nada mejor que visitar en el mismo museo su exposición Un Espacio por un Tiempo con todo ese material que comenzó a reunir dese los años ochenta y que dio lugar a su Found Tape Archive, allí podemos ver los formatos físicos donde se encuentran esas voces en formas de cassettes con grabaciones familiares, mensajes dictados o las genuinas recopilaciones de lo que hoy llamaríamos playlists, detritus sónicos que sin embargo aguantan mejor de lo esperado. Decir que toda esta arqueología efímera se complementa de maravilla en el mismo espacio con otra muestra titulada Escuchar con las Manos, soportes obsoletos, mensajes efímeros.

Las temáticas que Ben Roberts enuncia en sus obras son: "obsolescencia y los efectos más allá de lo electrónico en la memoria y el recuerdo, procesos de degeneración audiovisuales (iniciados y preexistentes), surrealismo didáctico, seudo-antropología, arqueología electrónica altermoderna". Todo este rastreo conduce a una materialidad decrépita, una gran intimidad en muchos de sus orígenes que provoca cuando uno acude a lugares como el Rastro madrileño o el Els Encants de Barcelona que mucho de ese material nos lleve a un cierto romanticismo, pero tampoco hay que olvidar su frecuente origen trágico ocasionado por la falta de recursos del propietario o su propia muerte como ocurrió con todas las pertenencias de esa excéntrica familia que eran los Modlin aparecidas en un container de la Calle del Pez. Por diferentes motivos aunque altamente significativo es gran parte de los archivos sonoros de Zeleste encontrados en un container después de que se abandonara su enclave original. También recuerdo el hallazgo que tuvo Raül G. Pratginestós (DJ Zero) de varios cassettes de la escena experimental española entre los saldos de un puesto de Els Encants, algo inaudito habida cuenta de la alta cotización que ya tenían. En relación con esta escena en el instagram de Ben Roberts aparece una foto de cintas de cassette que contienen los nombres de varios de sus representantes pegados con tiras de dymo en su carcasa; pertenece a la recreación que él hizo en la exposición Escuchar con los ojos/Arte sonoro en España de la colección C1 Utiliza El Auto Reverse publicado en el sello Grand Mal Edicions de Anton Ignorant.

Gran parte de sus grabaciones con el nombre de EclectikTronik harán las delicias de cualquier seguidor de Philip Jeck, ambos han excavado con paciencia e ilusión en insospechados montones de material de músicas olvidadas. Estas se han publicado en ediciones personificadas y limitadas de cassette, un formato que casi se aniquiló en los noventa ante formatos como el DAT que paradójicamente hoy yacen abandonados en cajas que quien sabe donde aparecerán algún día, seguramente junto a otros objetos de desperdicio digital al igual que ocurrió con otros novedosos dispositivos de cinta y otros utensilios que se nos venden como indestructibles.






                                               

Varias muestras de la exposición de Ben Roberts Un Espacio por un Tiempo en L'Auditori Museu de la Música / C_RG





                                                            Dos de sus trabajos en cassette




                                         


Imagen mostrada por Ben Roberts. En efecto la fiesta ha terminado y quien sabe si Ben apareció como en algunas de sus fotos ataviado como el cantante schlager Heino o el director orquestal Manolo Gas.


jueves, 19 de octubre de 2023

Philip Lamantia. Las máquinas solares registran los cultos sonidos de los poetas



De singular relevancia se puede considerar la aparición hace unos meses de una selección de poemas en dos volúmenes del poeta norteamericano Philip Lamantia a cargo de Varasek Ediciones. Salvo en la Antología de la Beat Generation que apareció en España en 1970 no había ninguna traducción de su obra que para esta ocasión ha contado con Vicenç Quera, responsable también de su selección, quien presentó el libro en la madrileña librería Enclave junto a dos miembros del Grupo Surrealista de Madrid. Esta última presencia da idea que la fragancia literaria de su autor está en gran sintonía con esa corriente artística que desde muy joven rastreaba en publicaciones como la revista View. Este mundo onírico vino precedido por lo que el llamaba "fantasías del misterio", algo que le transmitían medios como las películas o la radio sobre lo que posteriormente escribió en su ensayo Radio Voices: A Child's Bed of Sirens.

La música sería otra de sus grandes pasiones desde que Paul Bowles le introdujera al jazz moderno y el bebop coincidiendo con toda la comunidad beatnik que como en el caso de Jack Kerouac consideraba a este "el sonido de la noche"o en el caso de William Burroughs "pura cocaína metálica". Jazz, misticismo y marihuana era un camino hacia el éxtasis asentados en lugares con un halo de tinieblas y marginalidad, como se puede apreciar en su poema Luz Hipodérmica:

Viejo tras el espasmo de medianoche
la gramola aguarda el caballo
música de alrededor de medianoche
me peino el pelo bop
listo para cocinar
¡Júpiter gime!
heroínas de despertar visionario a la luz de Bird y el Libro de la salida al día
el cerebro espiritual de la pipa inverna junto al Nilo
vieja aguja hipodérmica bajo el pie de Anubis
Madre Muerte
Estoy en la barca de Ra Set
¡Soy Osiris cazando estrellas su cola negra del sol!
Es el fin de las medianoches bop melancólicas y tristes.

El poema insinúa el disco de Miles Davis Round About Midnight cuyo primer tema era Round Midnight de Thelonius Monk y también el pálpito por la mitología egipcia compartido por la cineasta Maya Deren en cuyo film At Land aparece junto a ella  caminando por un incierto lugar en que a continuación se transforma en la figura de John Cage.

Como ocurrió a otros representantes de la generación beat, la zona internacional de Tánger sería un punto de deriva y encuentro que se simultaneaba con viajes a Europa, en especial París, donde Lawrence Ferlinghetti le ofrece la posibilidad de publicar en City Lights, algo que se concretaría en su posterior residencia en España hacia mitad de los sesenta en la localidad de Nerja tras una estancia más breve en Segovia. Mis ancestros en ese lugar me animan a plasmar uno de sus versos escritos allí:

Una y otra vez el crepúsculo del Canto desde las llanuras de Segovia
levanta el vuelo con el que las deidades mueven los prismas del deseo
¡la copa que se traga la espada, las varas que agitan las estrellas!

Por último, me gustaría destacar que en su regreso a San Francisco en los años 70 el se interesó por toda la vigorosa vorágine punk del lugar, en gran medida guiado por V. Vale editor por entonces de Search&Destroy y posteriormente RE/Search quien trabajaba en la tienda y editorial City Lights junto a Nancy Joyce Peters esposa del escritor. Allí también podía encontrarse en sitios como el club Mabuhay Gardens a un antiguo colaborador como Bruce Conner filmando o fotografiando ese ambiente en cierta manera transmutado en su marginalidad en el tiempo a la de lugares como el night club Black Hawk, lugar de encuentro para todos los incondicionales del jazz más serpenteante de los años cincuenta.

                                                                                                            

                Ejemplares de las revistas View y VVV con contenidos surrealistas



                                       

Philip Lamantia (arriba) con 17 años en el film At Land (1944) de Maya Deren en el que luego es sustituido por John Cage (abajo)

La Six Gallery de San Francisco en 1955, lugar clave de la creación artística de la ciudad

                                                            The Black Hawk night club


 Collage de Bruce Conner para la portada del libro de Philip Lamantia Destroyed Works 





                                      
Escupemetralla Cold Grey Void, título extraído de un verso de Kosmos de Philip Lamantia



Coil tocando en Moscú Blood on The Air, otro poema de Philip Lamantia




viernes, 6 de octubre de 2023

Toronto's Subterranean Modern. Bunny & The Lakers



Sorprende que en la interminable tendencia de los últimos años a recuperar material antiguo de formaciones a cual más obscura y subterránea no se haya recuperado el único disco que la formación canadiense Bunny & The Lakers editó en 1979 con el título de Numbers. Conocí la existencia de este disco a través de la entrevista que Jean Pierre Turmel de Sordide Sentimental concedió para el libro Industrial Culture Handbook. En ella, al final hace un listado de favoritas oscuras formaciones a partir de 1976 encabezadas por esta formación y el single Raw War, un trabajo conjunto de los agitadores artísticos Amerigo Marras y Bruce Eves con el grupo punk The Diodes también registrado en Toronto. Tuve que esperar bastantes años para poder oír en internet ambos discos y de paso comprobar su altísima cotización.

Bunny and the Lakers estaba liderado por su teclista Peter Morgan en cuyos contactos precedentes al disco podemos encontrar a Jeff Plewman más conocido como Nash the Slash y el artista visual Vincent Tangredi. Una de las dos voces femeninas corresponde a G.B Jones (futura integrante del grupo Fifth Column, editora de publicaciones "queercore" y cineasta) y en ella se pueden encontrar rastros de las canciones populares canadienses que cantaba de pequeña, estas arropadas por vetustas cajas de ritmo y unos teclados melódicos paro también brumosos le llevan al oyente a visitar night clubs terminales como los que aparecen en el Vileness Fats de los Residents o el que  irradia a Lady in the Radiator cantando In Heaven en Eraserhead; cuando añaden instrumentación rock irremediablemente te viene Faust a la cabeza. La realidad es que solo actuaron en una ocasión y su existencia fue efímera. La debilidad de Sordide Sentimental por ellos igual les podía haber recalado en ese sello de culto e incluso la línea del disco estaba en total sintonía con el sello Ata Tak de Der Plan, cuyo primer disco Geri Reig publicado ese mismo año, tiene muchos paralelismos, también en la relación de sus entornos de punk y arte de vanguardia como El CEAC de Toronto repleto esos años de acciones de lo más transgresoras.


Jeff Plewman (Nash The Slash)

                                                     Visual de Vincent Tangredi

Amerigo Marras&Bruces Eves. Portada del single Raw/War.

                                                          Body art en el CEAC de Toronto