Una de las primeras actuaciones musicales que se te quedan en la memoria cuando de niño veía la televisión es la aparición de Nino Ferrer cantando en Galas del Sábado el Mao et Moa con su estrafalaria versión en español de delirio y acentuación silábica y estrofas como esta que más de uno entrado en años recordará: "Dime quien corta el bacalao y quien armó todo el tinglao, desde la China hasta Macao, mi buen amigo Mao Mao". La vis cómica de esta canción editada poco después del mayo francés no gustó nada a las autoridades chinas, donde siempre ha estado prohibida ni tampoco que sepa yo fue reivindicada en las barricadas de la capital. Apuntar que en este programa presentado por la inolvidable pareja de Joaquín Prat y Laura Valenzuela actuó al año siguiente Scott Walker.
Nino Ferrer, genovés de nacimiento recaló en la Francia de los años cincuenta alternando sus dos pasiones que eran la arqueología y el jazz ya como músico hasta que ya en los años 60 comenzó a grabar con el aire de un ye ye excéntrico que le llevó a una gran fama y a estar rodeado de celebridades de lo más variopinto aunque también como declaraba en una entrevista el éxito atrae a las moscas y poco a poco se fue marginando de estos ambientes desviando también su música a una especie de discos conceptuales con gran presencia de rock progresivo con la especial presencia de Micky Finn y algún miembro más de la banda inglesa Heavy Metal Kids. Este tipo de colaboración ya fue ejercida por Michel Polnareff junto a Jimmy Page y al igual que al cantante francés Ferrer realizó varios retiros en su caso en el sur del país centrado en sus pinturas de gran encaje surrealista y completando a la vez en los primeros setenta discos tan destacados como Mètronomie o Nino and Radiah. Lamentablemente, Nino Ferrer en un periodo depresivo acentuado por la muerte de su madre se disparó al corazón desapareciendo de la Occitania que tanto amaba.
Portada de Mètronomie con el propio Nino Ferrer como autor. Debajo uno de sus temas