sábado, 1 de diciembre de 2018

Los suplicios delirantes de Seijun Suzuki



La primera vez que tuve conocimiento del cine de Seijun Suzuki y de otras producciones de los estudios japoneses Nikkatsu fue a través de las páginas de la revista Terror Fantastic, especialmente en secciones como "El bestiario pop japonés" de Antonio Vilella o "Nudies del terror" firmado por Sadko, hablo de periodismo cinematográfico de principios de los setenta en donde evidentemente se hablaba de películas que eran casi todas de imposible visionado en este pais, por lo que uno tenía que hacerse una visión a veces fantasiosa desde las fotografías. No hace mucho pude ver por fin en sala cinematográfica Branded to Kill quizá la obra maestra de este género cercano al yazuka; demoledora, delirante, estrambótica y totalmente ininteligible para los directivos de Nikkatsu que despidieron a Suzuki quien no pudo rodar hasta diez años después.

Antes de ello una filmografía copiosa (seis películas solo en 1960) producto de rodajes rapidísimos que dejan otras obras tan destacadas como Youth of the Beast, Gates of Flesh o Tokyo Drifter con una línea estrecha entre la explotación y el film noir que pulveriza las etiquetas de alta o baja cultura.






Diferentes instantaneas de la filmografía de Seijun suzuki, en la última en semejanza a los ambientes de Blue Velvet o Wong Kar Wai


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