Los efímeros actos pánicos que Alejandro Jodorowsky realizó en el Teatro de Vanguardia en la ciudad de México tuvieron en 1967 una inesperada repercusión televisiva cuando el presentador de un programa cultural del país le propuso que hiciera una acción que tuviera repercusión de audiencia, tenía sesenta minutos a su disposición para hacer lo que quisiera. Tras reflexionar la propuesta Jodorowsky tuvo la certeza del acto efímero que quería realizar, lo que más odió en los años oscuros de su infancia, el piano de su hermana Raquel que siempre había gozado de las preferencias de sus padres ante él, literalmente despedazaría un piano. Este acto destructivo tuvo otro antecedente en su infancia como relata en su libro Danza de la realidad:
Me vi obligado a tomar clases en la Academia Musical que una fanática socialista animaba en el sótano de la Cruz roja. Para llegar ahí tenía que caminar por toda Matucana. El estuche negro, en lugar de tener costados con curvas siguiendo la forma del violín, era rectilíneo como un ataúd. Los lustrabotas, al verme pasar, estallaban en risas sarcásticas. "!Lleva un muerto! !Sepulturero!" Yo, rojo de vergüenza, con el rostro hundido entre los hombros, no podía ocultar la funeral caja. Ellos tenían razón. El violín que llevaba dentro eran los restos de José. Por no quererlo enterrar, la abuela me había convertido en su vehículo. Yo era una forma hueca a la que se utilizaba para transportar un alma en pena. Pensándolo mejor, era el enterrador de mi propia alma. La llevaba difunta dentro de ese horrible estuche". Después de un mes de cursos donde las notas negras me parecieron de luto, me detuve frente a los lustrabotas y los miré sin decir palabra. Sus sarcasmos aumentaron hasta convertirse en un coro ensordecedor. Lentamente borró la algarabía el piafar de una inmensa cucaracha mecánica del color de mi estuche. Lance el ataúd hacia la vía férrea donde fue reducido a un montón de astillas.
Estos actos de desbloqueo anímico ensayados en gran parte en las acciones Pánico llevan a Jodorowsky a la práctica de la psicomagia que el mismo apunta como una armoniosa unión entre el lado racional y mágico del ser humano. Son infinidad las experiencias relatadas al respecto en sus libros y charlas, veamos esta en el mundo de la música:
Un hombre de 30 años no logra realizarse como músico. Cuando era niño estudiaba piano, pero su padre, garajista, se burlaba de su afición tratándolo de invertido. Renía una hermana que vivía en simbiosis con su madre, ambas odiando a los hombres. En su hogar, los dos mundos, el masculino y el femenino, estaban separados por un abismo.
Respuesta: Para lograr expresarte artísticamente, debes asumir tu sensibilidad femenina. Cúbrete el cuerpo de grasa de coches y así, desnudo, sucio como tu padre, toca el piano. Por supuesto que mancharás las teclas. Cuando hayas, con furia, producido todas las melodías que se te antojen, limpia el teclado. Después masajea el piano como si fuera una mujer, durante una hora exacta- Enseguida pega una foto de tu madre en la planta de tu pie izquierdo, una de tu hermana en la de tu pie derecho y ponte a tocar otra vez. Verás que la furia se convierte en placer creador. Como agradecimiento me traerás una rosa blanca.
En las fotografías que documentan la destrucción del piano en el programa televisivo se puede apreciar el acompañamiento de un grupo de rock. Jodorowsky se había acercado a varias formaciones mexicanas en varios de sus proyectos, ese mismo año en Fando y Lis aparecen tocando instrumentos en llamas o en el disco Alfa- Gungadin Un Hipercocierto versionando a Jimi Hendrix a la vez que Burt Bacharach. En el disco Zaratustra de 1970 recoge el singular ambiente de varios actores desnudos recitando detrás del monje Ejo Takata meditando y las intervenciones del grupo Las Damas Chinas. Poco después sus dos películas más conocidas El Topo y The Holy Mountain donde George Harrison tenía que haber intervenido en un papel protagonista de no ser porque se negaba a aparecer en una escena donde el alquimista le limpia el ano en una fuente al lado de un hipopótamo, Jodorowsky no quiso suprimir la escena aun sabiendo que la presencia del miembro de los Beatles hubiera aumentado sustancialmente los espectadores del film. No sé como Harrison hubiera llevado todas las vicisitudes que tuvo el rodaje, algún día nos lo debería alguien que fue parte del reparto, Re Debris co-vocalista posterior de The Tubes, otros adictos al happening apocalíptico.
Cartel y fotogramas de Fando y Lis basada en una obra de Fernando Arrabal
Banda sonora de The Holy Mountain inédita durante muchos años
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