Es innegable el valor de recopilación y archivo que Francisco López ha ejercido en su ya más de cuarenta años de prolífica trayectoria como prueba la cesión de todo este material a la Fonoteca de música experimental y arte sonoro de Murcia SONM, aún y así cuando vi por primera vez el impresionante listado de más de ochocientos creadores sonoros que había recopilado y contactado para estar representados en la exposición Audiosfera en el Centro Reina Sofía no pude menos que acordarme del no menos sorprendente elenco que había reunido con su perseverancia años antes para su Absolute Noise Ensembre y si aún nos retrotraemos más en el tiempo (1993) habría que señalar el disco Azoic Zone como claro exponente de la colaboración de López con varios músicos, especialmente norteamericanos, muchos de los cuales habían estado en contacto a través de los circuitos de la cassette home music network, una red de un ámbito geográfico enorme mucho mayor que las del circuito de rock o música contemporánea por solo citar dos de sus márgenes y que ha contado con representantes muchos de los cuales también con largas trayectorias y que haciendo un simulacro con los ambientes profundos del mundo abisal de Azoic Zone han promovido unas sombrías sonoridades, ruidistas o al borde del silencio apenas captadas por los sismógrafos de los media.
Azoic Zone, subtitulado A soundscape journey to the life and environment of abyssal organisms es probablemente uno de los trabajos más representativos de Francisco López, publicado en 1993 por Geometrik constituye su primer lanzamiento en formato de compact. La alta resolución del mundo digital ofrecía un nuevo umbral para que el oyente aprecie el gran espectro de frecuencias de alto y bajo rango, una transición analógico-digital que el autor reconocía con la esperanza de que no significara un cambio negativo al fluído intercambio de material que toda esta escena había mantenido fundamentalmente en la época anterior a través de la cassette y que cuenta en este cd con una sustancial representación: David Myers, Illusion of Safety, John Hudak, Minóy, Zan Hoffman, Scot Konzelmann, Richard Franecki, Michael Gendreau, Steve Peters, John Wiggins, varios de ellos aparecerán de nuevo en sucesivos trabajos compartidos hasta llegar por ejemplo el año pasado un disco con David Myers (Arcane Device). Todos estos invitados mandaron a López diferentes materiales sonoros que luego fueron ensamblados por él creando el ambiente que nos propone el disco de sumergirnos en lo más profundo de los fondos marinos hasta llegar a la zona haudal, fluidos viscosos ante una auténtica ausencia de luz, ambientes sombríos y estáticos sacudidos por microseísmos que sin embargo también ofrecen en la escucha reposados momentos de recogimiento que contrastan con los habituales registros marinos como las grabaciones de los delfines bajo el agua o el disco del canto de las ballenas del también biólogo Roger Payne, uno de los discos de música ambiental más vendidos en la historia.
Me parece significativo señalar que en el mismo año que se editó Azoic Zone aparecieron otros dos destacados discos del mismo ámbito de Francisco López que el periodista Tobias Fischer calificó como "espacio de interioridad radical", estos eran Aquifers del antiguo miembro de Morphogenesis Michael Prime y Un Peu De Neige Salie de Bernhard Günter quien animado por el propio López crearía poco después el sello Trente Oiseaux donde el músico madrileño grabaría poco después Warszawa Restaurant otro de sus títulos más destacados. Es un momento clave en el advenimiento de nuevos sellos con la inflexión del cd como formato, se amplía el margen del larga duración acogiendo muchos trabajos de neominimalismo y también de textura tímbrica que origina una novedosa recombinación del mal funcionamiento digital que marcaría uno de los sellos de entidad del sello austriaco Mego, grandes seguidores de Francisco López con quien contarían en una futura edición. En definitiva un estimulante momento de creación, impredecible y con muchas ramificaciones, música que se desentiende de la narración tonal, Gilles Deleuze que sirvió de faro para bautizar el nombre de alguno de estos sellos (Sub Rosa y Mille Plateaux) en su ensayo de 1993 Crítica y Clínica nos escribe: "existen sonoridades que se elevan por encima de las palabras".
Zan Francisco, elproyecto conjunto de Francisco López y Zan Hoffman en una edición de su concierto en Alcalá de Henares en 1993.
Desde Warszawa Restaurant percibí que su idea del concepto escucha abierta era una puerta abierta a un enorme campo de profundización. Entre otras cosas po su extraordinario trabajo de manipulación de grabaciones de campo.
ResponderEliminarGenial disco de Francisco López. Lo tengo desde mediados de los 2000 (lo encontré en una escapada a Birmingham) y me fascina: idea, sonidos, escucha y colaboradores.
ResponderEliminarGrandes escritos en este blogvJavier.
Abrazo.
Soy Emili Miró.
EliminarSaludos
Gracias Jaime y Emili por compartir la admiración de estre trabajo, su escucha después de veintiocho años sigue siendo altamente evocadora.
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