Nada más comenzar decir que las canciones de Abba en sus años de actividad me parecían algunas geniales y otras irritantes, pero que con el paso de los años mi acercamiento a ellos apunta más a lo primero hasta el punto que algunas de ellas se me han hecho incluso adictivas y más después de haber leído el libro sobre ellos que ha escrito el periodista musical sueco Jan Gradvall, uno de los mejores libros de música que han aparecido recientemente donde cuenta con el testimonio de los cuatro miembros del grupo, nada fácil normalmente de obtener y unos vasos comunicantes del grupo asombrosos. Uno de los mayores logros de Abba es hacer felices temas de trasfondos en ocasiones tremendamente tristes y a este aspecto Benny le comenta "incluso las canciones más alegres son melancólicas, lo que hacíamos música melancólica encubierta" definición que dicho sea de paso originó el título de este libro.
Antes de la formación de Abba. Benny era el miembro más cercano al pop rock con su grupo Hep Stars mientras Bjorn estaba más orientado al folk y Agnetha y Frida a la canción melódica. Después de conocerse y formar el grupo su primer concierto improvisado fue en Chipre ante los cascos azules de la ONU. A partir de allí sus canciones entran en un terreno cercano al schlager noreuropeo y la dansband puramente sueca hasta el consabido éxito de Waterloo en Eurovisión. Todo ello origina una verdadera animadversión al grupo originada desde el movimiento progg hasta el punto que uno de sus grupos Nationalteatern les dedica una canción nada amistosa en la que cantan "aquí vienen Abba con su ropa de plástico, tan muertos como un arenque en lata". Pese a este tono contestatario que vivía el país tan lejano al de hoy el grupo despega internacionalmente llegando tanto al público que baila "charter disco" en las discotecas mediterráneas, los países del telón de acero o incluso lugares remotos como Afganistán y Vietnam.
Mientras esto ocurría uno no podía más que sorprenderse cuando en boletín Industrial News de Throbbing Gristle leí que la música favorita de Chris Carter era Abba, esto se hizo extensible al disco Heathen Earth donde aparece con un badge del grupo. A este respecto en una entrevista en The Guardian sobre la creciente revalorización del grupo declara: Por la noche iba a ver a Pink Floyd, durante el día escuchaba a Abba en mi transistor. Se convirtió en un placer culpable. "Al principio Genesis no lo sabía, luego se lo conté a Sleeazy Christopherson y me consiguió algunos discos de Abba incluyendo una copia firmada. En 1976, Cosey y yo teniámos una aventura. Le compré el sencillo Dancing Queen y ella bailaba y se desnudaba con él en pubs y clubes con un traje verde brillante y ceñido. Siempre que la escuchábamos, intercambíamos miradas cómplices. Era nuestra canción secreta." En el mismo lugar y época la avanzadilla punk del Bromley Contingent capitaneada por Siouxsie acudían al club Louis'e a escuchar disco, Motown y Abba porque eran sonidos odiados por el mainstream rock. En esta senda de adhesiones inesperadas para algunos hacia el grupo sueco encontramos a Boyd Rice quien incluso llegó a acudir a uno de sus primeros conciertos, Lemmy de Motorhead y Kawabata Makoto de Acid Mothers Temple que considera Arrival como uno de sus discos favoritos. Mención especial al episodio que describe Jan Gradvall en el libro sobre la presentación del libro de John Lydon I could be wrong, I could be right donde comenta a la audiencia la debilidad absoluta que tenía Sid Vicious hacia Abba hasta el punto de que en la gira de los Sex Pistols por Escandinavia solo llevaba una cassette con sus grandes éxitos ante lo cual y emocionado por el recuerdo pide al público compuesto por punks sesentones que canten todos su canción favorita que no es otra que... Fernando.
Benny tras el retiro de Abba se centró en el uso del acordeón y en la música folclórica sueca aparte de grabar un disco de piano para Deutche Grrammophon y otro con registros y documentación del sonido de aves. Aún desde ese aislamiento acudió junto a Frida al premio de la Sala de la Fama del Rock en 2010 donde ante el público previsible de todo el rock mainstream anglosajón hizo un discurso muy significativo sobre los casi ignotos recodos del grupo con momentos como este:
Me resulta absolutamente increíble estar aquí. Suecia es un gran país, pero cuando era niño en los años cincuenta, no teníamos radio. No podíamos escuchar rhythm and blues o rock and roll. Solo había una emisora de radio, un canal de servicio público en que ponían una o quizás dos horas de música al día. Empezaban por algo clásico y pasaban a otro tipo de música. Y si había suerte ponían una canción popular al final del programa. Eso era lo que había. Así que escuchábamos folclore sueco, arias italianas, chansons francesas, schmaltz alemana y John Philip Sousa. No está tan mal en realidad. Porque si lo juntas todo se convierte en lo que se escucha, en parte, en los discos de Abba. Así que aunque en Suecia no sonara el blues, si teníamos algo parecido al blues. Y es que por encima de la latitud 59 desde el este de Rusia y hasta Escandinavia, pasando por Finlandia, hay un melancólico cinturón, que a veces se confunde con el cinturón del vodka. En Suecia nieva durante cinco o seis meses al año y hay dos meses en los que el sol desaparece por completo. Esto es algo que se refleja en la obra de los artistas. Se percibe el el folclore sueco. Resulta también en las canciones populares rusas y en la música de Jean Sibelius. Se vé en los ojos de Greta Garbo y se escucha en la voz de Jussi Björling; de hecho también se siente en el sonido de Frida y Agnetha, en algunas de nuestras canciones. Y los más observadores quizás incluso lo detecten en alguna película de Ingmar Bergman. Así que no había radio, pero sí tiendas de discos. Compré mi primer disco en 1957.Era el Jailhouse Rock de Elvis Presley. En la cara B estaba la fantástica Treat me Nice. Y ya no había vuelta atrás. si no fuera por esas canciones de Lieber/Stoller, Goffing/King, The Beach Boys, Lennon/McCartney, Ray Davies, la Motown, Joni Mitchell, Chuck Berry y otros más no estaríamos aquí esta noche. Creo que Abba es una mezcla de toda esta música europea que escuchábamos cuando éramos jóvenes y todo lo que vino después.
Los Polar Studios de Abba, en la foto de abajo visitados por Jimmy Page El ingenio de Michael B. Tretow, productor de Abba
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