miércoles, 20 de marzo de 2019
El pop tremebundo de Shelly y Nueva Generación
Creo que como a muchos, la primera vez que tuve conocimiento de la existencia de Shelly y Nueva Generación fue su inclusión en la disparatada película de Ivan Zulueta Un, dos, tres al escondite inglés. Transcurrido un tiempo mi curiosidad por ellos aumentó al descubrir la portada del single de 1968 Mr. Train, Hurry Up/ I'm a poor girl, un tremebundo collage con los propios miembros del grupo madrileño que tenía a la venezolana Maria Concepción Gutierrez Lobo como aguerrida cantante arropada por Luis Fornés, Miguel Angel Rojas y Pablo Weeber, esta sería la formación mas estable en su corta trayectoria que dejó dos singles más, el cotizadísimo La Mujer Diablo con unos delirantes arreglos de Pepe Nieto entre el medievalismo y la santería y por último la contagiosa Vestido Azul cuya puesta en directo en el programa Telerritmo es un asombroso único plano secuencia a través de un decorado completamente vacío, todo ello unido a la coreografía y disposición del grupo le hace auténticamente único.
Tras una gira por México y Estados Unidos se disolvieron aunque las trayectorias de sus miembros son dignas de rastrearse: la vertiente soul fue heredara por los teclados de Luis Fornés en Conexion y sus arreglos "groovymentalistas" pueden apreciarse en su incursión en el Lp Zodíaco del profesor Ivan Trilha, su amplísima labor como músico de estudio nos lleva hasta territorios tan insospechados como el disco de Clónicos Figuras Españolas donde comparte créditos con los entonces miembros de Macromassa Victor Nubla, Juan Creck, Anton Ignorant o Justo Bagüeste entre otros; la línea más psicodélica lindando con el rock progresivo la compartirían Miguel Angel Rojas y Pablo Weeber en grupo madrileño Franklin cuyo único registro el lp de 1974 Life Circle permaneció inédito durante mucho tiempo, una adversidad que les llevó a probar fortuna por tierras alemanas donde finalmente Pablo Weeber recalaría en las filas del grupo de Wuppertal Hoelderlin, teniendo su guitarra e incluso su voz parte destacadísima en los discos Rare Birds de 1977 o el directo Traumstadt del año siguiente, a él se le debe la autoría de temas con títulos tan significativos como Necronomicon o Haktik Intergalaktik.
Portada del disco del grupo asturiano Nuberu donde participa Miguel Angel Rojas
Hoelderlin con Pablo Weeber (cuarto miembro sentado)
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