En estos momentos de referencias a mundos distópicos bueno sería apuntar la mirada a Invasión un film argentino dirigido por Hugo Santiago en 1969 que con el tiempo se ha convertido en película de culto en contraste con su fracaso comercial tras su estreno, pese a contar en el guion nada menos que con Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges quien aceptó realizarlo tras la aventurada oferta del director para la que iba a ser su ópera prima después de su estancia en París durante siete años donde trabajó como asistente de Robert Bresson. Esta ficción se localiza en Aquilea un término utilizado a ciudades asediadas que en esta ocasión es la urbe de Buenos Aires durante 1957, ciertas imágenes pueden preveer la opresión de la Junta Militar argentina pero también tienen paralelismos con la dictadura tecnocrática a que están sometidos en Alpha 60 desde el fim Alphaville de Jean Luc Godard o incluso al no-lugar de La Jette de Chris Marker, aun con estas comparaciones Invasión tiene aún si cabe mayor discontinuidad fílmica, sin un encadenamiento claro de causa y efectos que llevó a los actores a reconocer que no entendían nada de lo que estaban rodando.
Durante la dictadura argentina esta hizo desaparecer sus ocho copias con la escusa de eliminar el nitrato de plata del negativo, no fue hasta 2004 que se recuperó una copia en Francia. Destacar la banda sonora del film con intervenciones electrónicas del compositor Edgardo Cantón grabadas en el Laboratorio de Música Electrónica del Instituto Torcuato Di Tella; al igual que Hugo Santiago su carrera musical se desarrolla en paralelo en París donde compartiría sesiones de influjo electroacústico con otra argentina Beatriz Ferreyra. También destaca en el reparto Juan Carlos Paz, introductor de la música dodecafónica en este pais, todo este tipo de exploraciones musicales marcan la inquietud del director a este tipo de sonidos que en posteriores cortos abordaría con dos músicos del llamado serialismo en el caso de los griegos Iannis Xenakis y George Aperghis.
Diferentes fotogramas de Invasión
Dado que estos dias por los que atravesamos permiten divagaciones y meditaciones mas reposadas de lo habitual, tu entrada me ha hecho recuperar la sensación de familiaridad entre algunas obras de Edgardo Canton y Florian Fricke.
ResponderEliminarEs cierto pese a la adversidad, esta vida conventual te permite tanto sincronías como derivadas musicales insospechadas. Conozco poco la obra de Canton salvo este disco que incluyo en la entrada y recuerdo vagamente alguna obra anterior pero si que es verdad que el disco de debut de Popol Vuh tiene ambientes cercanos, de hecho se lleva escasamente dos años con el film.
ResponderEliminarGracias por recordarme esa joya. La vi hace años y me encantó.
ResponderEliminarYo la ví no hace tanto tiempo buscando algunos datos de Bioy Casares. Confiar en que estos asedios sean pura ficción fímica, cuídate Josep y disfruta de tu priviligiado entorno nada más sea posible.
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