lunes, 3 de junio de 2019
Zaj, un extraño concierto
Max Neuhaus ante la mirada de Juan Hidalgo
Hace algún tiempo mostré en este espacio una entrada que evidenciaba como el acerbo estrafalario hispano podía llegar también a las catalogadas como músicas de vanguardia, se trataba de de un jocoso relato de Luis Carandell en la revista Triunfo acerca de un concierto del grupo Alea de Luis de Pablo y como reaccionaba un desconcertado público. Muy en consonancia estaría este documento, que supongo ya alguien habrá visto, sobre un concierto del grupo Zaj realizado por el noticiario NO-DO en 1965 con el título de Un Extraño Concierto que el locutor comienza diciendo en tono chistoso "la electrónica está a la orden del día como ustedes pueden ver..."; se trata del tercer concierto de los cinco que el grupo de Juan Hidalgo, Walter Marchetti y Ramón Barce realizaron, esta vez en la Escuela Técnica de Telecomunicaciones en Madrid y en esta ocasión protagonizado por el propio Hidalgo y el percusionista electrónico norteamericano Max Neuhaus. El tono del presentador podía ser de una mezcla de Alfredo Amestoy y Tony Leblanc y digo estos nombres en cuanto el primero les llegó a entrevistar y el segundo copió literalmente una de sus acciones.
Pocos días después del anterior concierto Zaj darían un concierto party en el taller jardín del escultor Martín Chirino en San Sebastián de los Reyes, de este evento tenemos un testimonio de primera mano como es la biografía que J. Benito Fernández escribió sobre Eduardo Haro Ibars en la que nos cuenta como este junto al también escritor Mario Antolín Rato y tras inspeccionar las esculturas se reunen con una ilustrada audiencia de una veintena de personas que contemplan como un miembro de Zaj se tira al suelo y comienza a arrastrarse, contagiados por la transgresión ambos sacan sus vergas con la intención de orinar sobre el artista raptante, este desafío digno del accionismo vienés es impedido por los presentes y tras el consiguiente revuelo los ponen en la calle. Tensiones en actos de un público supuestamente más "entendido" la volverían a tener en otros lugares como Frankfurt o los Encuentros de Pamplona.
Volviendo al reportaje del NO-DO el locutor declara no entender la relación del besugo con su música ante una de sus piezas, en una entrevista de entonces lo aclaraban de esta manera:
-¿Qué quiere decir ZAJ?
-Pues eso, ZAJ.
-¿Son ye-yés?
-Somos los clásicos del futuro.
-¿Ganan dinero?
-La música de ZAJ no nos da ni un céntimo.
¿Y por qué están tan orgullosos?
-Porque hemos creado el único grupo musical de vanguardia que hay en España.
-A ver, usted, ¿cómo se llama?
-Juan Hidalgo. Soy compositor.
-¿Por qué no emplean instrumentos musicales?
-Nos sirven todos los instrumentos.
-¿Son anarquistas de la música?
-Somos clásicos del futuro.
-Eso también me lo han dicho ya. Se repiten ustedes.
-Es el besugo.
Primeras acciones de ZAJ en Madrid
Vino y galletas, Atelier Günter Bock, septiembre 1965
Walter Marchetti Adversus, pieza incluída por primera vez en un concierto de ZAJ en 1966.
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