Al volver a oír de nuevo el primer disco de Suicide me viene a la memoria que la primera vez que leí sobre ellos, quitando una elogiosa crítica de media página de Lester Bangs en el NME, fue por muy inaudito que parezca en un reportaje firmado por Jordi Tardá en la edición española del Playboy en 1978, un año después de la edición del disco y casi coincidiendo con la publicación en España por el sello Ariola. Como ocurría con muchas de las ediciones españolas de entonces esta presenta un cambio con respecto al original y es la inclusión de la letra traducida de Frankie Teardrop, acaso como reclamo por ser su tema más perturbador junto a las fotos de Alan Vega y Martin Rev resguardados con sus gafas (inmensas en el caso de este último) como auténticos "ghost riders". Nada más recibirlo como novedad en la tienda de discos donde trabajaba decidí ponerlo en uno de los dos tocadiscos que la ambientaba, el sonido no podía ser más novedoso y su monotonía futurista se funde en rockabilly sintético. Al acabar la cara A con esa maravilla que es Girl y a pesar de que raramente lo hacía decido inmediatamente cambiar de cara y comienza Frankie Teardrop, me quedo estupefacto al oír ese sonido tan abrasivo y los clientes me miran más que desconcertados, el contraste con Cheree el tema que le sigue y que cierra el disco no puede ser mayor, de los aullidos de Alan Vega a las campanas transistorizadas del Vox Continental de Martin Rev con la caja de ritmos Select A Rhythm omnipresente en las dos, toda una experiencia.
Hace unos años ya dediqué una entrada a Suicide en el contexto punk, cuyo término fue casi el primer grupo en utilizar poco después de sus comienzos en 1970. En esta ocasión me gustaría centrarme en el tema antes aludido Frankies Teardrop basado en la historia de un trabajador de 20 años que no puede alimentar a su familia y acaba matándolos y luego a él mismo. Semejante drama adquiere una dimensión sónica todavía más álgida que la decadencia urbana del resto del disco y lo hace con una sencilla instrumentación debido a los pocos recursos económicos de Martin Rev que cuenta con una caja de ritmos comprada en 1975 por 30 dólares. Este instrumento estaba en esos momentos más utilizados en músicos de bodas y hoteles que en el mundo del rock por lo que su uso distorsionado a través de un amplificador de radio en Frankie Teardrop es absolutamente transgresor a lo que no son ajenos sus productores Marty Thau y Craig Leon en especial este último que ha apuntado como arreglo la retroalimentación de tono, enviando un ecualizador microfónico al eco de sonidos de reverberación y luego recuperándolo todo. Semejante atmósfera de crepitar industrial solo se podía apreciar en grabaciones como en ese mismo año la banda sonora de Eraserhead o dos años antes el Metal Machine Music de Lou Reed. Para semejante tratamiento auditivo tan terminal, nada más apropiado que el nombre de su lugar de grabación, los Ultima Studios.
El anuncio de una gira europea inmediatamente posterior a la edición del disco supuso una gran ilusión en sus miembros teniendo en cuenta sus relaciones previas con el jazz de vanguardia y minimalismo. Esperaban serían especialmente valorados en el viejo continente, lamentablemente no fue así y desde su primer concierto en el Festival Science Fiction en Metz donde el año anterior tocaron Cluster hasta sus actuaciones teloneando a Elvis Costello y The Clash el público les abucheaba y les tiraba todo tipo de objetos muy especialmente justo cuando tocaban Frankie Teardrop al final de sus sets como bien se puede escuchar en el disco 23 Minutes Over Brussels. Es paradójico que gran parte de la audiencia punk reaccionaran de esta manera tan hostil habiendo sido ellos precursores del término. Significativamente en la nueva década se pasó de la aversión a la devoción que el dúo todavía conserva a través de las muchas reediciones que se están haciendo de su obra hasta la más reciente de los archivos inéditos en cassettes de Martin Rev que han sido publicados por Bureau B. Frankie Teardrop ha tenido varias versiones y utilizaciones aunque quizá ninguna más significativa que su utilización en la película In Einem Jahr mit 13 Monden de Rainer Werner Fassbinder en la que el tema suena de fondo mientras un hombre gay habla de su estancia en una institución mental ante la transexual Elvira protagonista del film.
contraportada de la edición española de Suicide incluyendo la letra de Frankie Teardrop
No hay comentarios:
Publicar un comentario