Lo he manifestado muchas veces y varias de ellas en este espacio que Miguel A. Ruiz es de los músicos que más admiro, es por eso que cuando el responsable del sello Espacio Interior me pidió un texto para la reedición de su cassette Vasarely (publicada anteriormente por Hyades Arts en 1991) no dudé en hacerlo. Cualquiera que se hiciera con esta edición limitada ya agotada la encontrará en un cuaderno incluido en su fantástica presentación junto semblanzas de otros músicos que han colaborado con él y admiradores de su prolífica obra. Siguiendo su estela el mismo sello de nuevo con una detallada presentación publicó más recientemente Project Plowshare bajo el nombre de Ventral Metaphore, un alias que utilizaba a principios de los noventa con ediciones en su propio sello Toracic Tapes o en Bestattungsinstitut regentado por Siegmar Fricke. La grabación presenta guiños al inolvidable film The Beast of Yucca Flats y a otras mutaciones de seres atrapados en el progreso. A continuación el texto que escribí sobre mis percepciones y recuerdos de su asombrosa trayectoria:
RUIZ A LOS MANDOS
En los primeros ochenta cada vez que iba a la Librería Francesa de Barcelona a comprar el New Musical Express miraba en los aparadores si les había llegado algún ejemplar de la revista Unión Soviética que con asiduidad recibían, de esta me encantaban todas las imágenes de avances tecnológicos recientes y de su pasado, tenían un aire evocador más allá de su lado científico y eran muy inspiradoras hasta tal punto que en mi primer lanzamiento de la cassette como Melodinamika Sensor las utilicé como también lo hicieron otros representantes de la escena electrónica e industrial de este país. Poco tiempo después de que en la capital Esplendor Geométrico evocara los motores del Transiberiano y Héroes del Trabajo, una cassette presentada como Orfeon Gagarin sale a la luz, su autor podría proceder de La Ciudad de las Estrellas, pero en nuestra realidad se trata de Miguel Ángel Ruiz y vive en Batán, barrio madrileño con nombre de máquina hidráulica y privilegiada cercanía a la Casa de Campo. La revista Undersounds a través de Luis Rozalén hizo una memorable descripción de su habitat: "Desde su estudio pueden escucharse los cantos de los pájaros y el agradable sonido de las bolas de petanca al chocar entre sí: unos ancianos pasan una mañana agradable jugando, ajenos a lo que sucede simultáneamente en los Estudios Toracic. Un profundo bajo sintético nos da la bienvenida".
Tuve el privilegio de visitar en esos días su estudio junto a Francisco Felipe de La Otra Cara de un Jardín quien entonces vivía no muy lejos de allí y tener un contacto estrecho con él que originó la inclusión de mis dos cassettes Destellos Mercuriales y Kirliania en su fantástico sello Toracic Tapes y sus esporádicas colaboraciones como Polypodium Borametz en mi programa Los silencios de La Radio en Radio PICA. Su espectral locución se hizo especialmente significativa en el programa que dedicó a Asmus Tietchens, todo un privilegio su escucha habida cuenta tras su experiencia de haberle visitado para ultimar en su sello el lanzamiento de su disco Encuentros en La Tercera Edad. Todo un acontecimiento que sirvió para ampliar la relación y difusión en España de la música electrónica alemana más singular con ya antecedentes como Siegmar Fricke en Toracic o de la mano de Andrés Noarbe los de Asmus Tietchens o Conrad Schnitzler en Geometrik.
Me parece muy importante señalar que el estilo e inquietudes de Miguel Ángel Ruiz a través de sus innumerables proyectos trascienden los modismos en los momentos que han sido creados. Sus comienzos se distancian de las líneas típicas de la música industrial, acercándose más a la música alemana pero no precisamente planeadora, sería más como pseudo cosmic. Sus posteriores escarceos con el sampler le llevan a momentos inesperados que rozan el jazz contemporáneo, la improvisación o la música de librería y cuando ya a mitad de los noventa se le intenta rescatar para el nuevo torbellino techno él responde con unas inusitadas grabaciones y actuaciones de enorme versatilidad instrumental donde la melodía y en cierta manera orquestación electrónica le da un carácter atemporal que le sitúa a años luz de previsibles y redundantes efectos de tecnologías aparentemente novedosas. Esto lo he podido disfrutar en varios conciertos como el del Festival Tago Mago en Valencia junto a Michael Rother, el del No No Logic aquí en Barcelona donde se le aprecia un montón o en la Sala El Sol en un concierto junto a Esplendor Geométrico. Me hubiera encantado haberle visto en su concierto de Moscú y puesto a imaginar que aprovechando su visita fuera él y no el cantante melódico valenciano Michel quien entregara un ramo de flores a la cosmonauta Valentina Tereshkova.
Portada alternativa de Velasco Broca para Vasarely
Cartulina que acompaña el cd a cargo de Miguel Ángel Martín
Toracic Estudio
El último lanzamiento de Miguel A. Ruiz bajo el sobrenombre de Michel Des Airlines con diseño portada de Jushe Manhia, artífice de Espacio Interior
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