En el epílogo del pasado milenio el psicoanalista y ensayista francés Félix Guattari acuñó el término caosmosis anticipando que al cambio de este muchas disciplinas artísticas tendrían que conjugar su creatividad para una implosión mental, un espasmo caosmótico. Estas ideas fueron plasmadas en un libro y artículos en los primeros noventa, la misma época en que el duo barcelonés Escupemetralla encaraba sus dos útimas cassettes en su sello Clonaciones Petunio bajo unas coordenadas cercanas con sarcasmo añadido como muestra su tema "Música avanzada de una civilización arbitrariamente avanzada" perteneciente a Multimierda (1995) tras lo cual paralizaron su actividad. Sin embargo esto no fue su punto final, tras un letargo de veintidos años su "ambient drone noise war music" heredera de la mejor época de la música industrial con gran presencia del mundo conspiranoico ha dejado de ser un futuro para convertirse en una realidad que ellos intentan recoger definiéndose como "arquitectos del miedo", una morada donde acogerse ante la velocidad del caos.
Todo este universo intenso y mutante queda tangible en su último lanzamiento Tres trillizos trotskistas, grabaciones efectuadas entre 2018 y 2021 de nuevo publicado como sus dos anteriores en el sello Novak con una portada en que aparecen tres mantis religiosas amenazantes, el único animal con un solo oído y además poder ver imágenes en tres dimensiones. Como introducción al disco un recuerdo a Víctor Nubla: "impregna este disco la esencia tungsténica del premonitor variable Víctor Nubla Huba, ubicado en largas manos de memoria"; ciertamente el disco bien podría acompañar su novela multimórfica El Regalo de Gliese. Su escucha nos lleva al urbanismo circundante desde momentos placenteros como Gestión de residuos a Edificio putrerefacto, un recuerdo de Genesis P-Orridge y a su tema Convincig People junto a Throbbing Gristle con unos sub graves de vértigo. Su habilidad "plunderphónica" aparece en su versión del Itchycoo Park un cásico de Small Faces con la que incluso acudieron a un certamen internacional, un momento distendido en contraste con el tenebrismo medieval de su siguiente tema Mornië utúlië realzado con las voces de las dos niñas del film de Victor Erice El Espíritu de la Colmena en un diálogo entre velas. Un recurso cinematográfico también origina S3S es 3, un tributo a la película de Carlos Saura Stress-es tres-tres cuyo tramo final con una Geraldine Chaplin atacando en una playa almeriense con un cuchillo es llevado de manera genial en un vídeo realizado por ellos mismos como con casi todos los temas del disco bajo un manto de ambientes brumosos y ritmos opresivos en un mundo residual pixelizado.
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